Capítulo 74

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On My Way

Alan Walker, Sabrina Carpenter & Farruko


Narra Vanesa

El caos se desató en un instante, cuando Melendi se lanzó hacia Helena en un esfuerzo por liberar a Lola de sus garras. Sin pensarlo dos veces, me vi arrastrada hacia el forcejeo, una danza frenética entre fuerzas opuestas en la que Melendi parecía tener la ventaja.

Aprovechando el momento en que Melendi sujetaba firmemente las muñecas de Helena, me lancé hacia adelante y tomé a Lola, retrocediendo unos pasos en un intento desesperado por ponerla a salvo.

Aunque sabía que físicamente Melendi estaba en una posición de ventaja, no podía evitar sentir una punzada de preocupación por la situación. Sin embargo, confiaba en su habilidad para manejar la crisis.

Una vez que aseguré que Lola estaba a salvo, me agaché para revisarla y me encontré con un movimiento sospechoso: Lola intentaba alcanzar algo que parecía ser una pistola. Rápidamente alerté a Melendi para que se alejara o intentara arrebatarle el arma. La lucha continuó durante unos angustiosos minutos, el tiempo necesario para asegurarme de que Lola estaba bien y para pedirle a Ana que la llevara a un lugar seguro.

Aunque Melendi logró quitarle el arma a Helena, la batalla estaba lejos de terminar. A pesar de las claras desventajas físicas, Helena se negaba a rendirse, consciente de que podía recibir ayuda en cualquier momento.

A pesar de la tensión del momento, mantuve la calma mientras todo el tumulto se veía interrumpido por un grito de dolor proveniente del padre de mi hija. Me apresuré a acercarme a ellos, colocándome estratégicamente entre la ventana que daba al salón y Helena. Ella, también herida, aprovechó para separarse de él.

La pistola yacía en el suelo cerca de nosotros. La tomé solo para asegurarme de que permaneciera bajo nuestro control, sabiendo que Melendi nunca la usaría. Y en cuanto a mí... bueno, ya veríamos qué sería necesario en ese momento.

- ¿Estás bien? - Pregunté, revisándolo para asegurarme de que todo estuviera bien.

No necesitaba una respuesta cuando vi la sangre en mi mano, proveniente de su costado. Era un corte que inicialmente parecía severo, pero pronto me di cuenta de que no era profundo y que tal vez no serían necesarios puntos. Sin embargo, Melen seguía siendo sensible a la sangre.

Aprovechando la oportunidad, Helena se puso de pie, sosteniendo el cuchillo en su mano, lo que hizo que yo agarrara el arma con mayor fuerza y ​​confianza.

- No des un paso más - le advertí, todavía en el suelo junto a Ramón. - Juro que no dudaré ni un segundo... - continué, pero su risa fuerte y escalofriante me interrumpió.

- No me hagas reír; apuesto a que ni siquiera sabes cómo funciona - se burló.

- No me provoques - respondí entre dientes, lleno de ira, contemplando el ángulo más adecuado para incapacitarla, y he de decir que nunca he sido buena en matemáticas.

- Encuentro esta reunión familiar bastante interesante, aunque debo decir que es de mala educación no invitar a personas tan importantes como yo. Supongo que la lechuza se perdió en el camino... - dijo, guiñándome un ojo.

Estuve a punto de abalanzarme sobre ella, pero Melen, que me conocía bien, me detuvo y susurró palabras reconfortantes en mi oído, impidiéndome acabar sobre ella una vez más.

- Sólo quería felicitarte por tu recién iniciada paternidad; es tan conmovedor... Creo que nuestro padre fue tan terrible como tú - dijo mirándolo directamente. Ella prácticamente escupió esas palabras, dirigidas a él.

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⏰ Última actualización: Apr 24 ⏰

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