10:00 a.mComo habían acordado, el día de hoy no irían al consultorio pues sus amigos se habían quedado a dormir en su apartamento para poder alargar la fiesta un poco más la noche anterior.
Por lo que justo ahora Harry despertaba por los cálidos rayos de Sol que entraban por algún espacio abierto que dejaron las cortinas del ventanal.
Adorando el peso que sentía sobre él, pues había mantenido a Louis sobre su pecho toda la noche. Después de haber tomado el ansiado baño de burbujas, el omeguita había caído rendido una vez que ambos se acomodaron en la cama. Sintiéndolo esconder su carita en la curva de su cuello, con su naricita pegada justo donde se ubicaba su fuente de aroma, haciéndolo quedarse profundamente dormidito.Se quedó un rato acostado sin intenciones de interrumpir el sueño de su bebé. Pasaba su mano por toda su espaldita, acariciando apenas con la punta de sus dedos de arriba a abajo, escuchándolo soltar ronroneos entre sueños.
Con todo su pesar, lo movió despacio y lo dejó acostadito a un lado de él, viéndolo fruncir un poco el ceño con un pucherito ligeramente marcado en sus labios y lo cobijó con la gran manta calientita haciéndolo acurrucarse.
Se levantó, abrió un poco las cortinas del ventanal dejando entrar la luz del sol por completo. Observo las bonitas calles al rededor de su hogar, viendo como las personas bien abrigadas ya habían comenzado un nuevo día y cada quien se ocupaba de sus asuntos, unos viéndose sumamente felices y otros en realidad no tanto.
Se encaminó al baño a hacer sus necesidades y a lavarse los dientes y cara. Regresó a la habitación viendo al omeguita chupar su pulgar, se acercó a él y lo sacó con cuidado de su boquita para intercambiarlo por su chuponcito que aceptó gustoso.
Se puso una camiseta gris antes de salir de la habitación, pues quería hacer algo de desayunar antes de que sus amigos despertaran y se entrometieran en su cocina. No le gustaba que le ayuden a cocinar pues cree él que solo hacen un gran desastre en vez de ayudar.
Caminó por el pasillo de las habitaciones para dirigirse a la sala donde el murmullo de la televisión aún se escuchaba.
Frunció el ceño viendo la televisión encendida con algún canal de chismes en ella. Avanzó hasta topar con el borde del sillón donde se encontró con un Niall sumamente dormido, despeinado y con la mitad de su cuerpo colgando del sillón, Zayn estaba a un lado de él, abrazando uno de los cojines decorativos, mientras que Liam estaba boca abajo en el suelo y sin un zapato. Sabía que Gemma se había ido pues recibió un mensaje de su parte diciendo que tenía algunos pendientes por atender temprano hoy, así que no le extraño que no estuviese ahí.Vió y en verdad se preguntó si había pasado algún tornado mientras él no veía.
Había basura por todos lados. Latas de refresco encima de la mesita de centro, envolturas de frituras y más snacks en el piso... a lo lejos pudo reconocer un montón de paquetitos vacíos de los jugos que suele darle a su omega, además de una que otra bolsita de sus snacks favoritos en forma de estrellitas.Tomó una bolsa de plástico que encontró en el suelo, inflándola un poco mientras tomaba apariencia de globo. Se paró frente a la televisión y apretó fuerte con una de sus manos la bolsa con aire, haciéndola causar un estruendo por toda la sala.
-¡Llévense todo y-yo ni vivo aquí ni los conozco yo no fui!.- dijo Niall enredándose con las palabras mientras se levantaba de golpe.
-¡A la madre!.- Gritó Liam desde el piso, volteando a ver rápido a Zayn quien ni siquiera movió un pelo, él seguía durmiendo.
Harry le arrebató el cojín que abrazaba y le dió un golpe con el mismo, haciendo que esta vez si se levantara.
-Oye... buenos días para ti también Haroldo.- dijo un modorro Zayn mientras tallaba su cara.
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Vanilla Milk
RomanceSimplemente la vida del pequeño Louis y su amado alfa, Harry. O donde Louis es un risueño, bonito y tierno omega que adora las burbujitas, los conejitos y biberones con leche de vainilla calientita, siendo mimado y protegido por su adorado alfa. 🧸...