Soplar velitas

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24 de Diciembre
7:00 a.m

🌴

La alarma se escuchaba por toda la habitación, ese ruido tan molesto que a nadie le gusta escuchar.

Harry estiró la mano para alcanzar su celular de la mesita de noche y apagar el molesto ruido antes de que despierte a Louis también, quien en realidad estaba profundamente dormido con su bonito chupón de brillitos entre los labios dando suaves succiones de vez en cuando, con su cabellito revuelto y su pecho subiendo y bajando en un vaivén lento mostrando su suave respiración.

Se quedó un rato en el celular viendo redes sociales y  hablando con algunos pacientes pues les había propuesto tener consulta por videollamada, solo si eran cosas fáciles de tratar y no graves.

Restregó sus ojos tratando de disiparse del sueño para después estirar un poco su cuerpo y suspirar. Volteó a ver a su lindo omeguita, durmiendo boca arriba y con sus manitas echas puño a cada lado de su cabeza, al parecer por la noche le dió calor pues la cobija con la que lo había tapado estaba tirada en el suelo, dejando ver sus piernitas flexionadas y su pancita un poco abultada.

Sonrió embobado viendo como cada pequeño detalle de Louis lo hacia enamorarse cada vez más de él, lo hacía querer protegerlo por siempre, pasar el resto de su vida admirándolo y amándolo, justo como merece.

Se inclinó y dejó un besito en la punta de su naricita respingada viéndolo acelerar las succiones en su chupón. Siseó para que no despertara y se levantó de la cama con pereza pero realmente emocionado pues el cumpleaños de su omega por fin había llegado y tenía un montón de sorpresas para él.

Después de asearse en el baño, salió para preparar un rico desayuno en la linda cocina del lugar.
Se decidió por hacer los muffins que tanto adora Louis, estaban rellenos de huevo revuelto con queso y mantequilla y los acompañó con algunas tiras de tocino por un lado.

Sirvió uno para cada quien pues estaban algo grandes y sabía que el omeguita probablemente se llenaría solo con la mitad. Acomodó los platos en la mesa que tenía un jarrón con flores artificiales en el centro y después se encargó de abrir las cortinas que daban con el balcón para dejar que entraran los rayos del sol que comenzaba a asomarse y poder ver el bonito mar mientras desayunaban.

Sacó del refrigerador un pequeño pastelito de chocolate que había comprado solo para su omega, más tarde partirían uno más grande junto con Liam, Zayn y esperaba que la señora Lola también los pudiera acompañar.

Tomó una velita rosa en forma de estrellita y la colocó en el centro de las fresitas con que estaba adornado el pastel. La encendió, haciéndole cuevits con su mano para que no la apagara alguna brisa de aire y se encaminó a la habitación.

-Feliz cumpleaños a ti... feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños a mi precioso omega... feliz cumpleaños a ti...- cantó despacio acercándose a la cama donde su niño descansaba, viéndolo estirarse y abrir sus bonitos ojitos azules.

Louis se sentó despacio en la cama y sonrío entre el chupón, con las arriguitas marcándose al lado de sus ojitos, viéndose adorable recién despertado.

-Pide tu deseo, amor.- le dijo Harry mientras se sentaba en la cama a un lado del omeguita y le sacaba con cuidado el chupón de su boquita para que pudiera soplar la vela.

Lo vió concentrarse en la velita, aún con esa sonrisa soñadora y el fuego reflejado en sus bonitos topacios.
Una vez que pidió su deseo, sopló la velita viendo al humo salir de ella.

-Mordida, mordida...- entonó Harry con una sonrisa acercando el pastel a la boca del omeguita, quien mordió la orillita manchando la punta de su nariz con betún.

Vanilla MilkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora