Simplemente la vida del pequeño Louis y su amado alfa, Harry.
O donde Louis es un risueño, bonito y tierno omega que adora las burbujitas, los conejitos y biberones con leche de vainilla calientita, siendo mimado y protegido por su adorado alfa.
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3:00 p.m
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Louis estaba sentadito en una esquina del sofá de la sala, seguía molesto más no lo estaba demostrando del todo, así que solo se concentraba en ver la caricatura que estaban pasando en la televisión mientras los alfas conversaban del otro lado del sofá de algo que a él en realidad no le importaba.
-Entonces me di cuenta que siempre tuvieron razón y André solo me estaba utilizando para obtener cosas materiales de mi...- dijo Niall mientras servía su tercera pieza de pollo en uno de los platos que Harry había llevado con él a la sala, decidiendo comer ahí por petición del rubio.
-Siempre te lo dijimos, Niall, pero al parecer estuviste tan cegado y tan sordo que decidiste ignorarnos. Jamás te diríamos algo para perjudicarte si no fuese verdad, yo ni ninguno de nosotros.- dijo Harry recargado en el sofá con su cerveza abierta en una mano y un plato con pollo sobre sus piernas entre abiertas.
-Lo sé y se que estuvo horrible como se portó con Lou, claro que lo notaba pero él siempre se encargaba de lavarme la cabeza y hacerme pensar que no había estado mal nada de lo que había hecho... gracias a la luna me di cuenta antes de que llegáramos al altar.- suspiró Niall dándole una gran mordida a la pierna de pollo que había tomado, recargándose también en el sofá.
-¿Estabas pensando en casarte con él?.- preguntó incrédulo el rizado, llevando un pedazo de pollo a su boca.
-Oh si, me decía que debía quedarme con él porque nadie más me querría en esta vida y debía asegurarme de que se quedara conmigo casándome con él... te dije que había sido muy manipulador conmigo, no bromeaba.- dijo Niall con su boca llena, inclinándose para alcanzar su cerveza que descansaba sobre la mesa.
-Al menos te diste cuenta. No planeaba volverte a ver si seguías con él sinceramente, el día que lo llevaste al cine con nosotros Lou se puso muy mal. Se asustó mucho.- dijo Harry volteando a ver al omeguita quien estaba quietesito en su lugar con su mirada clavada en la televisión sin ningún tipo de expresión.
-Ni siquiera me lo recuerdes, que tonto e idiota he sido, jamás me lo perdonaré.- dijo Niall negando con su cabeza antes de beber un trago de su bebida.
-Ven, amor.- llamó Harry al ojiazul, viéndolo obedecer al instante y acercarse gateando por el largo del sofá hasta él.
Louis suspiró cuando estuvo junto a su alfa y se acomodó quedando sentadito sobre sus talones frente a él, dejando sus manitas apoyadas sobre sus muslitos.
-Abre la boquita.- dijo Harry acercándole un pedacito de pollo al omeguita quien relamió sus labios y recibió el bocado, viendo directamente a los ojos verdes del rizado.
Quiso ronronear cuando sintió el rico sabor del pollo en su paladar pues en realidad le gustaba mucho el pollo frito y además también tenía mucha hambre, hace tiempo que su pancita había estado haciendo ruiditos.
