Simplemente la vida del pequeño Louis y su amado alfa, Harry.
O donde Louis es un risueño, bonito y tierno omega que adora las burbujitas, los conejitos y biberones con leche de vainilla calientita, siendo mimado y protegido por su adorado alfa.
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7:00 a.m
🫧
-Despacio, amor, no lo tomes así o te vas a provocar gases y tu estómago va a doler, no me hagas repetirlo.- regañó Harry dando un vistazo a sus espaldas donde se encontraba sentadito en el comedor aquel omega de ojitos azules que se concentraba en beber la tibia leche de vainilla de su biberón con rápidas succiones.
Estaba muy despierto para la hora tan temprana que era en ese momento, apenas se comenzaban a escuchar los pajarillos cantar y las personas comenzaban un nuevo día.
Movía sus piecitos de atrás hacia adelante en un suave vaivén, vistiendo una blusita de algodón delgada y suave color rosa pastel con un pequeño moñito en el centro del cuello, en conjunto con unos lindos jeans un poco acampanados que él mismo escogió en el centro comercial, encantado con el bonito bordado de tulipanes rosas que decoraba una de las bastillas y sus zapatitos blancos.
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Tosió un poco cuando volvió a acelerar las succiones en el biberón luego de haber obedecido a su alfa por un corto tiempo cuando le regañó, pero no podía beberlo lento, su pancita rugía y en realidad estaba muy hambriento, lo podía evitarlo.
-Louis...- llamó Harry terminando de acomodar los platos que habían usado en el desayuno, guardándolos con cuidado en la alacena.
-Lo siento.- murmuró con la mamila entre su boquita, siguiendo los movimientos de su alfa que se movía de un lado a otro por la cocina.
El rizado vestía una camisa de botones rosa viejo con las mangas dobladas hasta los codos, unos jeans negros al igual que sus zapatos de vestir y sus rizos algo húmedos cayendo con gracia por cada lado de su esculpido rostro que robaba suspiritos del chiquillo.
Veía con sus ojitos brillosos las manos llenas de anillos de su alfa, con sus largos dedos rodeados por ellos y las venas resaltando hasta su antebrazo.
