Simplemente la vida del pequeño Louis y su amado alfa, Harry.
O donde Louis es un risueño, bonito y tierno omega que adora las burbujitas, los conejitos y biberones con leche de vainilla calientita, siendo mimado y protegido por su adorado alfa.
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10:00 a.m
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-Burbujitas, burbujitas.- tarareaba Louis sentadito en la tina mientras su alfa se encargaba de limpiar muy bien sus bracitos y el resto de su cuerpo, pasando la esponja con mucha espuma por él y tallando muy suave para no irritar su lechosa piel.
-¿Qué día es hoy, amor?.- preguntó Harry posando sus dedos en el mentón de su omega para atraer su vista hacia él, viendo su cabellito lleno de espuma con un poco en su naricita y sus pestañas espesas y mojadas haciendo resaltar sus azules ojitos.
-Mmm... domingo.- dijo Louis luego de pensarlo un poco. A veces perdía la noción de los días.
-¿Y recuerdas que sucedería el domingo, cariño? Cierra los ojitos.- preguntó de nuevo el rizado, viendo al menor cerrar sus orbes cuando pasó la regadera por sobre su cabecita y comenzó a lavar el shampoo, evitando que fuese a caer en ellos.
Lo vió negar mientras llevaba sus manitas a sus ojitos para despejarlos del agua que lo molestaba aunque los tuviera cerrados, abriendo su boquita para respirar por ella cuando su naricita también sintió el agua.
-Vas a ir a tu primera clase de fútbol, amor, es en un rato.- dijo Harry pasando su mano por la carita del omega, secándola un poco mientras peinaba su flequillo hacia atrás y volvía a lavarlo para remover el shampoo del todo.
-¡Pelotita!.- chilló Louis muy contento por la noticia que le dió su alfita. Habían estado yendo a ver entrenamientos para que el chiquillo fuese acostumbrándose al lugar y que no lo tomará por sorpresa algunos ejercicios que haría, además veía a su amiguito Tommy quien había comenzado sus clases una semana atrás y Louis por fin se había decidido a entrar también.
-Si cachorro, pelotita. Vamos a sacar a este patito del agua para poder darle de comer y que tenga mucha energía para jugar tan bien como lo hace en casa.- dijo Harry tomándolo por debajo de sus bracitos para ayudarlo a levantarse con cuidado, tomándolo de la manita para inclinarse y quitar el tapón de la tina, viendo el agua irse poco a poco.
-Mhmm f-frío...- se quejó Louis titiritando y haciendo sus dientitos chocar, apretando la mano de su alfa quien ya había alcanzado su toalla de patito.
-Lo siento, bebé.- dijo mientras lo envolvía en la toalla una vez que el agua se fue, apretando un poco en distintas partes de su cuerpecito para secar el agua excedente antes de tomarlo en brazos y llevarse a un friolento omeguita a la habitación.
Se sentó en la orilla de la cama y lo dejó paradito entre sus piernas sobre la alfombra. Le quitó la toalla y secó por debajo de sus bracitos, sus pompitas y partes íntimas evitando tocarlo demás para no incomodarlo ni aprovecharse de la confianza que su niño le daba.
-A ver, una piernita... ahora la otra.- pidió Harry cuando le quitó la toalla de encima y le pasó unos bóxers blancos por sus regordetas piernitas, escuchándolo quejarse cuando lo tuvo puesto completamente.
