1 de febrero
Cumpleaños de Harry
8:00 a.m💐
El pequeño omeguita corría por el pasillo de las habitaciones con tan solo una enorme camiseta de su alfa que cubría hasta el inicio de sus muslitos llenos y tapaba las braguitas de encaje azul que llevaba debajo, con sus piecitos envueltos en las suaves calcetitas que llegaban hasta arriba de su tobillo.
-¡Papi!...- dijo muy emocionado corriendo de regreso a la cama después de haber ido por el primer regalo del día de su alfita, pues él quería ser el primero en darle un obsequio en este día tan especial.
-¡Alfita!...- dijo de nuevo cuando Harry no se inmutó ni un poco de sus sueños. Subió a la cama dejando el regalito a un lado de él, impulsándose para quedar sentadito a horcajadas sobre el abdomen de su alfa.
-Mhh Hazzie...- Se quejó bajito picoteando la mejilla ajena con su dedito con la única intención de despertarlo.
-No cachorro... duerme otro rato.- murmuró el alfa con su voz ronca, frunciendo el ceño. Tomó la manita traviesa que se aventuraba por su rostro y lo jalo para hacerlo caer contra su pecho, pasando uno de sus grandes y fuertes brazos sobre su espaldita para dejarlo prisionero contra su cuerpo.
-N-no ya no hace sueñito.- dijo apoyado contra el pecho de Harry, con un pucherito marcado en sus labios mientras peleaba por mantener sus ojitos abiertos.
-Shh, shh...- siseó entre sueños Harry, arrullando a su omega en lo que tanteaba con su mano al rededor de la cama hasta dar con su chuponcito. Lo tomó entre sus dedos y entre abrió un poco sus ojos para poder acercarlo a la boquita del niño quien lo recibió gustoso con un ronroneo.
Él en verdad no quería dormirse de nuevo, pues estaba muy emocionado por el cumpleaños de su Harry y quería con todas sus ganas darle el regalito que se había esmerado en preparar desde días atrás. Es por ello que a pesar de lo cómodo que estaba ahí encima de su alfita, no pudo evitar soltar gruñiditos cada vez que sus ojitos se cerraban en su contra.
Poco a poco cayó dormidito de nuevo, el sueño y cansancio jugándole una mala reta pues tenía la gran mano de su alfa dando palmaditas en una de sus nalguitas en un compás lento y relajado que lo arrulló al instante, además de que había enterrado su naricita en el hueco de su cuello justo donde reinaba su fuente de aroma, quedándose totalmente perdido en la esencia a madera recién cortada y así iniciando una ronda más para dejar relucir sus más profundos sueños.
El regalito quedó olvidado a un lado de los enamorados. Se podía apreciar el tranquilo respirar del menor en su espaldita que era rodeada por las manos de su alfa, las cuales descansaban entrelazadas sobre su espaldita baja justo en la curvatura que enmarcaba su cinturita. El único sonido que se escuchaba en la habitación era el de las suaves succiones que el omeguita daba entre sueños a su chuponcito, las cuales de vez en cuando se volvían más rápidas para luego regresar al lento vaivén.
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Vanilla Milk
RomanceSimplemente la vida del pequeño Louis y su amado alfa, Harry. O donde Louis es un risueño, bonito y tierno omega que adora las burbujitas, los conejitos y biberones con leche de vainilla calientita, siendo mimado y protegido por su adorado alfa. 🧸...