11:30 a.m
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La vista frente a los ojitos del omeguita no le dejaban mucho por imaginar, pues una casa muy grande y bonita abarcaba todo su panorama, haciéndolo quedarse boquiabierto y embobado.
En realidad, él diría que lucía como un palacio, como un gran castillo o un imperio donde vivían los príncipes como en sus bonitos cuentos de hadas. Estaba bañada de un color crema y distintos tonos grisáceos que contrastaban a la perfección, con un montón de ventanas asomándose por todos lados y dos pisos, ¡tenía dos pisos!, él siempre había querido vivir en un lugar así, con escaleras y un segundo piso que le hacía creer como si ahora tuviera dos hogares. Aún no comenzaban su recorrido y ya estaba fascinado.
-¿Está linda, verdad?.— preguntó Harry cuando bajó del asiento de piloto y rodeó la camioneta para bajar a Louis de su asiento, viéndolo asentir con su carita asombrada— Con cuidado, amor, no te alejes mucho.- advirtió al verlo correr hacia el gran jardín que recibía la fachada de la casa mientras que él saludaba estrechando la mano de Nancy, la vendedora de inmobiliario que había estado encargándose de asesorarlos en la búsqueda de su nuevo hogar.
-Se ve muy emocionado, parece que le gusta mucho esta casa.- dijo Nancy mientras reía al ver a Louis correr por el pasto con sus bracitos abiertos como si fuese un avión, carcajeándose de algo ajeno a ellos o muy probablemente, solo por la emoción que lo consumía.
-Está encantado, haces un buen trabajo en esto de las casas, Nancy.- rió el alfa apoyando sus manos en su cadera mientras veía de arriba a abajo lo que sería su nuevo hogar, siendo todo tan pacifico, tranquilo y perfecto con las risas de su omega de fondo.
-Lo sé, no me pagan lo suficiente.— Se quejó con burla mientras sostenía un folder descuidadamente en una de sus manos— ¿Entramos?.— preguntó avanzando un paso hacia la casa, volteando hacia Harry para verlo asentir con una sonrisa y seguirla por el camino de bloques.
-Ven aquí, chiquillo.— llamó alargando su mano hacia el ojiazul para que la tomara— No toques nada frágil que se pueda romper, Lou, ándate con cuidado, ¿Si?.— dijo mientras avanzaba con él de la manita, viéndolo asentir eufórico y saltar una y otra vez con su carita alegre.
-¡Mira, alfa!.- chilló cuando Nancy abrió la puerta de la casa y les dejó pasar, apuntando el bonito candelabro que adornaba el techo, que aunque ya lo habían visto antes pues no era la primera vez que visitaban la casa, era uno de los tantos detalles que seguían emocionando al menor.
-Mhm bebé, es muy bonito, ven, quédate aquí conmigo.- dijo Harry cuando soltó la manita de Louis y lo llamó casi al instante cuando se arrepintió de dejarlo andar por ahí solito, pues por la euforia que tenía en ese momento y lo juguetón que se había puesto, era preferible mantenerlo a un lado suyo antes que rompiera algo por accidente.
-Bueno, la vez pasada les mostré los pros y contras de la casa, que concluimos con que el estar algo lejos de la zona céntrica de la ciudad era una desventaja, sin embargo, las ventajas son en su mayoría favorecedoras para ustedes.- recordó Nancy mientras avanzaban con calma por las habitaciones del lugar, entrando primero a la ya conocida sala que aún permanecía vacía y hacía que sus pasos y voces retumbaran en eco al igual que el resto de la casa.
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Vanilla Milk
RomanceSimplemente la vida del pequeño Louis y su amado alfa, Harry. O donde Louis es un risueño, bonito y tierno omega que adora las burbujitas, los conejitos y biberones con leche de vainilla calientita, siendo mimado y protegido por su adorado alfa. 🧸...