7:00 p.m
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Había pasado cierto tiempo desde que Harry mandó al pequeño omega a obedecer ciertas indicaciones que antes le había dado con no mucha claridad, así que no sabía con que esperaba encontrarse al entrar a esa habitación.
Caminó descalzo y a paso lento hasta topar con la madera oscura de la puerta que lo separaba del menor, guardando un objeto que se había encargado de buscar entre el armario minutos atrás en el bolsillo de su pantalón para luego empujar la puerta y abrirse paso.
La luz era tenue y el aire era aromatizado con la dulce esencia de Louis, la manzana con canela abrazando la habitación y ese toque a vainilla y un ligero plus a talco de bebé que lo hacían sentirse cálido y enamorado.
dirigió su vista a la cama apenas entró, viendo el cuerpecito del omega completamente acostado a lo largo del colchón, con nada más que sus braguitas rojas aún puestas, justo como se le había ordenado.
Movía sus piernitas distraído mientras succionaba desordenadamente con su boquita el chupete que seguramente encontró por ahí, además del señor bombón con quien jugaba a lanzarlo hacia arriba y luego lo dejaba caer sobre su carita, haciéndose reír a si mismo.
-No vamos a necesitar esto... tampoco esto.- dijo Harry una vez que se acercó a la cama, estirándose para quitar el chupete de la boquita del menor con cuidado, al igual que el conejito de peluche para luego ponerlos sobre la mesita de noche sin prestarle atención a los quejiditos que Louis comenzó a soltar.
-N-no, señor bombón.- reclamó el de ojitos azules enderezándose para quedar sentadito sobre la cama y estirando sus bracitos con intensiones de obtener al peluche de vuelta, frunciendo su ceño y formando un pucherito en sus labios.
-Shh, shh... calladito.- susurró Harry comenzando a subir a la cama. Quedó justo delante del menor antes de seguir avanzando hincado frente a él para hacerlo recostarse, logrando tenerlo completamente debajo de su cuerpo, dejándolo prisionero con sus manos anilladas apoyadas a cada lado de su cabecita.
Louis guardo silencio y lo miró con sus ojitos brillosos bien abiertos, llevando sus manitas inconscientemente hasta los antebrazos del alfa y sintiendo la tela de la camisa que aún llevaba puesta el mayor al igual que toda su ropa.
-Dime, amor, ¿por qué mereces un castigo?.- preguntó Harry en voz baja, haciendo que la pregunta se escuchara tan íntima y solo para los oídos del castaño, quien entrecerraba sus ojitos cuando el collar de cruz que colgaba del cuello del alfa se movía por el movimiento del mismo y rozaba su naricita.
-Mmm...- hizo un ruidito mientras pensaba y trataba de acomodar las palabras en su cabecita, pues teniendo a su alfa ahí encima de él no podía pensar con claridad, además su fuente de aroma estaba muy cerca como para poder percibir la esencia a madera y tabaco que lo hacían querer estar pegado al alfa por siempre.
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Vanilla Milk
RomanceSimplemente la vida del pequeño Louis y su amado alfa, Harry. O donde Louis es un risueño, bonito y tierno omega que adora las burbujitas, los conejitos y biberones con leche de vainilla calientita, siendo mimado y protegido por su adorado alfa. 🧸...