Simplemente la vida del pequeño Louis y su amado alfa, Harry.
O donde Louis es un risueño, bonito y tierno omega que adora las burbujitas, los conejitos y biberones con leche de vainilla calientita, siendo mimado y protegido por su adorado alfa.
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-Arriba, amor.- susurró Harry acariciando el cabellito de su omega, quien dormía profundamente con su chuponcito en la boca.
El día anterior después de lo ocurrido con la pareja de Niall, André, le dió un baño calientito a su niño y le preguntó si había ocurrido algo más que a él no le haya gustado, a lo cual solamente recibió una negación del omeguita con la cabeza sin decir nada, pues estaba muy entretenido con la bomba de baño que había puesto en la tina antes. De todas formas mientras lo ayudaba a lavarse, revisaba despistadamente su cuerpecito para encontrar alguna anomalía que pudiera tener, más no notó ninguna herida o algo parecido así que no lo cuestionó más por ese momento, después hablaría con él de nuevo.
-Aún es noche...- susurró el omeguita removiéndose en la cama, tallando sus ojitos para después ver hacia afuera por el ventanal de la habitación, viendo las estrellas y la luna aún en el cielo.
-Ya no tarda en amanecer, hay que levantarse para desayunar y que no nos falte tiempo al rato, bebé... tenemos que ir a comprar las cosas que ocupa tu conejito, ¿recuerdas?, a comprar comidita y después iremos al consultorio.- dijo Harry inclinándose para dejar un besito en su mejillita.
-¿Podemos desayunar cereal de ositos?.- preguntó cuando sacó su chuponcito de su boquita, viendo con ojitos somnolientos el rostro adormilado de su lindo alfa.
-Lo que quieras, rey.- dijo el alfa, pellizcando suave la naricita de su omega entre sus dedos, haciéndolo reír.
-Bien, pero me dejas servirlo a mi ¿si?, q-quiero servir tu desayuno hoy alfita, como tú haces conmigo.- dijo Louis tomando el rostro de su alfa entre sus dos manitas, sintiendo la barba que apenas crecía picar en sus palmas.
-Hm... bueno, pero primero vamos a lavarnos la carita y ponernos otra ropita para estar listos, vamos nene.- dijo Harry levantándose de la cama para después levantar a su omeguita en estilo nupcial y llevarlo directo al baño.
Al parecer había encontrado la manera de hacer dormir temprano al omeguita, pues la noche anterior después de su bañito, le había dado su leche calientita en su biberón mientras lo arrullaba en su regazo y dejaba ciertos besitos en su cabellito, viéndolo a los pocos minutos caer rendido y después de ahí ya no despertó hasta ahora, sin estar cansadito y sin sueño... es por eso que no había hecho berrinche cuando lo despertó.
-Se lava la carita con agua y con jabón...- tatareaba el omeguita mientras se cepillaba sus dientitos, esperando a su alfita quien escogía del vestidor lo que usarían hoy.
-¿Quieres usar esto, bebé?.- le preguntó Harry, mostrándole un pants blanco con una blusita celeste de manga larga que tenía rayas delgadas blancas.
-¿Tu también tendrás una blusita azul, alfita?.- preguntó el omeguita antes de contestar la pregunta de Harry.
-Yo llevaré una negra, amor.- dijo mientras le mostraba una camisa negra de botones colgados de un gancho que llevaba en la mano.
