Vanilla Milk

Pastel de chocolate

7:26 a.m

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Louis había despertado con mucho antojo del rico pastel de chocolate que habían comprado la noche anterior en el centro comercial, era su favorito pero su alfita no le dejó comer pues dijo que no iba a poder dormir por toda la azúcar que tenía, prometiéndole un gran pedazo a la mañana siguiente. El problema era que ya no podía aguantar y su pancita se lo pedía con todas las ganas, así que se quitó con cuidado el brazo de Harry que rodeaba su cintura y se paró caminando de puntitas descalzo hacia la puerta.

Corrió feliz hasta llegar al refrigerador. Sus ojitos se iluminaron al ver la bandeja pastelera que cubría el delicioso pastel, lo sacó con cuidado y lo puso encima de la barra de la cocina a como pudo.

Se subió primero a una silla, quedando paradito en ella para después subirse a la barrita también, sentándose a un lado del pastel.

Lo destapó dejando la tapa a un lado de él, su pancita rugió de tan solo ver el rico postre delante suyo. Estaba completamente cubierto de chocolate y tenía algunas fresitas encima con un poco de crema batida.

Tomó una cucharita del cajón que quedaba debajo de él y dió la primera cucharadita, saboreando el rico sabor mientras sonreía encantado.

-Mmm rico, rico.- murmuró feliz mientras comía una de las fresitas que adornaba el pastel y hacia bailar sus piecitos que colgaban en el aire desde la barra.

Después de un ratito, le pareció una mejor idea comer con sus manitas y olvidar la pequeña cuchara. Tomaba trocitos de pastel entre sus deditos y se los llevaba a la boca saboreando, sin ponerle mucha atención al pequeño desastre que estaba causando.

Mientras tanto, Harry despertó cuando dejó de sentir el calor de su omega al lado suyo, saliendo de la habitación cuando escuchó ruiditos afuera.

Caminó con su pantalón de pijama y torso descubierto, con sus largos rizos enredados en un chongo alto. Se asomó silencioso a la cocina de donde salían los ruidos y vaya sorpresa la que se llevó...

Vió al omeguita sentadito en la barra de la cocina, lleno de chocolate por todos lados. Tenía la carita embarrada del dulce que incluso llegaba un poco hasta su cabello, con sus desnudas piernitas que columpiaban también manchadas, al igual que la enorme camiseta beige que era la única prenda que lo cubría de la desnudez.

Vió como agarraba con sus manitas pedazos de pastel enormes en realidad, para luego llegarse la mano a su boquita y comer de ella mientras veía distraído el pastel.

Retrocedió un poco hasta estar parado frente a la puerta de la habitación de nuevo.

-¿Dónde estas amor?.- dijo fingiendo apenas haberse dado cuenta de que el niño no estaba durmiendo con él.

Louis se asustó cuando escuchó a su alfita, abriendo sus azules ojitos de par en par pensando en que lo habían descubierto.

Intentó bajarse lo más rápido que pudo de la barra, cayendo de sentón en el suelo cuando resbaló con el betún que había caído antes en sus piecitos. Claro que le había dolido pero no le dió tiempo de concentraste en su dolor, pues tapó rápido el pastel y lo regresó a su lugar en el refrigerador con un pucherito en sus labios.

Vió como su alfa entraba por el arco de la cocina. Rápido se dió la vuelta quedando paradito frente al refrigerador con sus sucias manitas escondidas detrás de su espalda, pues creyó que así no descubriría su pequeña travesura, sin tomar en cuenta que toda su pequeña anatomía estaba manchada igual.

-Mhm, ¿Que tenemos aquí?...- dijo Harry parándose frente al omeguita quien lo veía con sus ojitos de cachorro.

-¿Qué estabas haciendo nene? ¿Por qué despertaste tan temprano?.- preguntó el alfa haciéndose el desentendido, ignorando la cocina volteada al revés.

-E-es que quería agüita p-pero no está mi vasito...- mintió casi en un susurro mientras meneaba su cuerpecito de un lado a otro, viendo sus piecitos.

-Mmm, y... ¿Puedo saber por qué estás lleno de chocolate por todos lados, eh?.- preguntó, viendo los ojitos del omega aguarse y un pucherito formarse en su boquita.

-B-bueno, yo quería pastelito... e-es que mi pancita hacía ru-ruiditos porque tenía hambrita...- dijo con su vocecita temblorosa mientras jugaba nervioso con sus manitas en frente de él. Se le había olvidado que las estaba escondiendo.

Harry abrió el refrigerador, sacando de nuevo el pastel que ahora estaba ya casi a la mitad... y eso que era un pastel algo grande.

-Lou, te comiste casi la mitad del pastel amor... no puedes comer tanta azúcar ni tanta harina o vas a enfermar de nuevo de la pancita, ¿Eso quieres? ¿Mhm?.- preguntó esperando una respuesta del omeguita quien solo negaba.

-Tampoco puedes desayunar pastel, bebé. Sabes que primero va la comida saludable y después podemos comer algo de postre, yo sé que te prometí un gran pedazo de pastel pero debías esperarme amor.- dijo suavecito sin intención de regañarlo, solo hacerlo entender que podía enfermar si comía tanto dulce sin haber comido correctamente antes.

-Lo siento...- dijo en un susurro con una lagrimita traicionera resbalando por su mejillita. No se sentía regañado, más bien se sentía un poco culpable por haber desobedecido las órdenes de su alfita.

-Ven acá.- dijo Harry levantándolo para volver a sentarlo en la barrita de la cocina, escuchándolo soltar un quejidito cuando estuvo completamente sentado.

-M-me duele...- se quejó, sobando su muslito cerca de su trasero.

-¿Por qué? ¿Te pasó algo mientras no veía? Porque sí vi como saboreabas el pastelito, eh traviesillo.- dijo Harry apretando los cachetitos del niño.

-Me caí y me pegue en mis pompitas...- dijo con un pucherito.

-Ay bebé... además te subes tú solito aquí sabiendo que no alcanzas amor, ¿Qué tal si te hubieras caído y en verdad te hubieras lastimado? No te pongas en riesgo, Lou.- dijo sobando sus muslos llenitos y dejando un besito en su cabellito.

-Ve cómo estás todo cochinito, pareces un muñequito de chocolate... debo comprobar que sea del que me gusta.- dijo mientras dejaba una lamidita en la mejilla del omega, haciéndolo reír.

-Mmm, este me encanta, mi favorito.- dijo ahora probando los labios de Louis, succionando su labiecito inferior y quitando los restos de chocolate que tenía en las comisuras. 

-Sabe muy rico el pastelito...- dijo con una sonrisita traviesa mientras chupaba uno de sus deditos manchados.

-Vamos a darle un bañito a este cochinito que parece que acaba de jugar en lodo.- dijo Harry, bajando con cuidado al omeguita de la barra y tomando su manita para dirigirse al baño de su habitación.

-¿Podemos comer más pastelito cuando esté limpiecito?...- preguntó dando saltitos al lado de su alfa quien lo volteó a ver con cara de incrédulo.

-¡Amor! Acabas de comerte medio pastel y quieres más.- dijo riendo mientras cargaba al niño haciéndolo reír.

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Un pequeño ratito muy tierno entre alfa y un omega traviesito 💘

Espero que les haya gustado amiguetes, nos leemos en el prox capítulo, les amo 🫶🏻