Vanilla Milk

Inseguro

6:18 a.m
25 de diciembre

🍼

Harry había despertado al sentir a Louis removerse inquieto a un lado de él cuando dormían, por lo que ahora se encontraba sentado en la cama con su espalda recargada en la cabecera y con un adormilado omeguita en su regazo mientras tomaba un té caliente en su vasito, pues había estado quejándose de que su pancita le dolía.

El alfa sabía que eran los famosos cólicos que causaban las inyecciones que le ha estado poniendo al omeguita para regular las hormonas, eran unos de los síntomas secundarios que podría presentar en algún momento y al parecer decidieron hacerlo ahora.

-M-me duele mhh...- se quejó Louis apretando sus manitas en la camisa de su alfa que llevaba puesta junto con sus braguitas, mientras pataleaba pues sentía sus regordetas piernitas adormecidas.

Harry posó su gran mano por debajo de la camisa en el vientre del omeguita, escuchándolo ronronear aliviado pues además de que abarcaba la mayor parte de su vientre, también estaba calientita, lo que lo hizo cerrar sus ojitos y voltear su cabecita para esconderla en su pecho mientras con su mano masajeaba su pancita.

El problema del omeguita había sido su lubricante, producía de más y sobrepasaba la cantidad que normalmente deberían producir los omegas. Cuando eso pasa, pueden llegar a tener deshidrataciones repentinas, las defensas en su cuerpo se debilitan e incluso puede causar complicaciones en dado caso de que deseen tener cachorros en algún futuro, pues al estar perdiendo lubricante de más, se cuerpo busca algo con que reemplazarlo causando los malestares de ahora, además de las inyecciones.

Notó la pancita del niño inflamada y se sentía dura cuando picoteaba un poco con sus dedos. Aunque su problema es el producir lubricante de más, desde que comenzaron las inyecciones había veces en que casi no producía nada y después volvía a la cantidad exagerada de antes, así que por los síntomas que tiene ahora, probablemente estaba inflamadito por estar reteniendo lubricante que no había soltado antes. Así que, o lo soltaba o los cólicos seguirían presentes...

Harry pasó su otra mano por las piernitas del omeguita, quería calentarlo a ver si lograba soltar algo de lubricante pues no iba a arriesgarse a hacer algo más ahora que esta presentando síntomas y hacer que sus hormonas de descontrolen aún más si lo llegara a anudar, que sabía que no era necesario pero también sabía que el omega no aceptaría quedarse sin su nudo, así que solo lo acariciaría a ver cómo reacciona.

Lo sentía removerse inquieto encima de su regazo, con sus ojitos cerrados y sus manitas aferradas a la mano que él tenía sobre su vientre.

Quitó la mano de su vientre y lo tomó por debajo de sus bracitos para voltearlo en su regazo, dejándolo frente a él con sus piernitas a cada uno de sus costados, viéndolo con el ceño fruncido y un pucherito en los labios a causa del dolor.

Acunó su carita entre sus manos y lo acercó hasta juntar sus labios, besando su pucherito. El beso continuó, sintiendo la lengua del omeguita que quería hacer el beso más profundo y sus manitas acariciando los rizos de su nuca.
El alfa apretó sus manos que las tenía colocadas en la cintura del omega, haciéndolo arquearse y soltar un gemidito mientras se detenía con sus manitas del pecho de Harry.

Sabía que estaba funcionando pues las feromonas de excitación de Louis ya andaban flotando por el lugar y comenzaba a removerse inquieto sobre él, lo que hacía cuando la humedad se hacía presente.

Continuaron el beso, el alfa atacando la boquita del omega, saboreando sus labios y su lengua explorando su interior. Subió una de sus manos por el largo de su espaldita, mientras la otra la posaba en una de sus redonditas nalgas.