Rojo

3.9K 199 138
                                    

                   ⚠️ Warning: Mención de menstruación/sangrado en omegas varones.
   Pueden saltarlo si se sentirán incomodxs, no va a alterar características de la historia.
Disfruten, les amo. <3

8:00 a

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

8:00 a.m

🫂

El celo del alfa había desaparecido casi por completo, pues normalmente suele terminar después de anudar unas cuantas veces al omeguita, justo como ahora que esperaban a que el doceavo nudo bajara para poder limpiarse y descansar. Jamás había anudado tantas veces al chiquillo.

Lo había follado en la cama, en la mecedora que decoraba la habitación, frente al espejo de cuerpo completo, sobre el tocador, en el baño, y en todas las posiciones aptas para poder hacerlo. Habían dormido no más que dos horas durante toda la noche, pues el chiquillo parecía tener un sensor que le avisaba cuando una ola de calor le llegara al alfa, por lo que aunque estuviese dormidito, de pronto despertaba alertado y se encaramaba sobre su regazo sin pensarlo dos veces, regalándole su cuerpecito a su alfa con la suficiente confianza en él como para que hiciera lo que quisiera aún cuando estaba más dormido que despierto.

El sol ya había salido y la lluvia se había detenido, mientras que Harry estaba sentado en la mecedora de nuevo con su nudo dentro de Louis quien yacía completamente dormidito sobre él, obteniendo un poco de descanso.

Tenía su carita enterrada en el cuello del alfa, con su boquita entreabierta, manitas echas puño sobre su pecho, cabellito desordenado y piernitas adormecidas a cada lado de los muslos del rizado quien repartía caricias a lo largo de su espaldita, intentando relajarlo luego de tantas horas donde atendió su celo.

En éste último nudo, había cumplido el capricho de su niño por no utilizar condón y llenarlo con toda su semilla. Harry se lo pensó dos veces antes de complacerlo, sin embargo, decidió intentarlo pues se recordó a sí mismo que por algo se había estado inyectando supresores desde hace algunas semanas, así que cuando le anudó sin condón, no se preocupó ni un poco pues sabía que los supresores les estaban protegiendo a ambos, además de las pastillas que de pronto le da al omeguita entre comidas.

Resbaló su mano hasta donde su nudo se perdía dentro del chiquillo y acarició con delicadeza el borde de su maltratada entrada que seguía soltando gotitas de lubricante después de todo. Era un toque sin más indicios sexuales, lo único que quería era aliviar un poco la tensión que pudiera haber en su omega e intentar relajarlo, prometiéndose mimarlo y cuidarlo luego de que le haya atendido durante toda la noche, pensando en que aunque el menor luciera notablemente cansadito y exhausto, se la pasó preguntándole si le dolía algo y dándole tiernos besitos por todo el rostro para aliviar su calor.

Subió su mano de nuevo y rozó la punta de sus dedos por toda su espaldita hasta llegar a su cuellito donde relucía la bonita marca recién abierta. Trazó las orillas de ella con cuidado de no tocarla por completo para no lastimarlo y le escuchó gimotear ahogado contra su cuello donde tenía enterrada su carita.

Vanilla MilkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora