Vanilla Milk

Estamos bien

Harry's pov

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-Zayn dime donde carajos está Louis si no quieres que te parta la cara cuando te vea.- dijo Harry en un gruñido a través del celular, escuchando otro gruñido por parte de Liam.

Estaban terminando las compras cuando Harry comenzó a sentirse impaciente y desesperado, sentía el lazo tenso y él sabía que algo no andaba bien.

Le pidió a Liam irse ya, necesitaba ver a su omega y asegurarse de que estuviera bien por lo que de camino al hotel decidió llamar a Zayn, él debía estar con su omega, lo dejó con él, a su cuidado por un rato.

-B-bueno yo estaba comprando fruta para los dos y... de pronto volteé y y-ya no e-estaba... lo he buscado por todos lados l-lo juro...- dijo Zayn con los nervios y el miedo recorriendo su ser. Había buscando por cada rincón de la playa sin poder dar con el omega, quería echarse a llorar en el suelo de la desesperación además de que la culpa lo carcomía por dentro.

-Voy para allá.- Gruñó. El verde esmeralda de sus ojos había huido para darle paso a una total oscuridad, el ceño fruncido y la mandíbula apretada le daban un aspecto realmente aterrador. Los puños cerrados con fuerza haciendo las venas de sus brazos resaltar.

Sentía que podía destrozar a cualquiera que se atravesara en su camino. Él iba a encontrar a Louis, además de que el lazo podía guiarlo, tenía el aroma de su omega tatuado en las entrañas, sabría en donde está incluso a kilómetros de distancia. Lo que le preocupaba y ponía como loco era que está solo, completamente solo en medio de una playa con montones de alfas y gente extraña por todos lados de las cuales nadie sabe sus intenciones hacia un omega perdido y asustado, haciéndolo peor la dependencia que el omega tiene hacia él. Además de las altas temperaturas del lugar, no sabe si está hidratado o si ha comido algo y todo eso lo pone como lobo enjaulado.

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Su cabeza dolía por el llanto prolongado. Él sentía que llevaba mucho rato solito y nadie llegaba por él y no sabía que hacer, ni podía. Todo su ser temblaba y los espasmos del llanto lo empeoraban.

Seguía en el pequeño nidito que trató de hacer hace un rato, echo bolita con su conejito en medio de su cuerpo y su cabecita recargada en uno de sus brazos. Él siempre había querido un nido que tuviera el aroma de su alfa, un lugar donde pudiera estar y sentirse seguro aunque su alfita no estuviera con él, pero nunca se atrevió a pedírselo a Harry pues no quería ser "molesto". Nunca pensó que su primer nido fuera de esta forma...

-N-no... van a-a llegar por n-nosotros.- dijo entre débiles sollozos abrazando al señor bombón mientras tallaba sus rojos ojitos. 

Tenía mucha sed y el sol lo golpeaba directamente, haciendo que su cuerpecito estuviera muy caliente a causa de los fuertes rayos. Su piel lechosa se empezaba a tornar rojiza pues al parecer el bloqueador ya había dejado de cumplir su función y su bracito le dolía al rededor de las huellas de los dedos.

-alfita... bombón t-tiene mie-miedito...- susurró hipando bajito, llevando su pulgar a su boquita para succionarlo.

El llanto comenzaba a disminuir cuando sentía que ya no tenía fuerza para seguir llorando, y se concentraba en observar las bonitas olas que se asomaban a la orilla de la arena... hasta que volvía a recordar que estaba solito y perdido y los fuertes sollozos volvían a hacerse presentes. Sentía a su alfita desesperado a través del lazo pero no entendía porque no llegaba por él...

-¡H-harry!... ¡Alfita!.- sollozó fuerte queriendo levantarse de su nidito para ir él mismo a buscarlo. Tal vez su alfita también se había pedido y estaba asustado como él.