8:00 p.m
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La noche comenzaba a dominar el bosque entero. El sol se escondía entre las montañas y árboles, dejando reflejadas sus tenebrosas sombras por todos lados hacia donde voltearas, provocando que un temeroso omeguita ya bañadito y vestido con su lindo pijama anduviera siguiendo a su alfa por todos lados.
Louis ya no estaba tan molesto, sin embargo, seguía sin dirigirle la palabra del todo a su al rizado. Después de que jugó por un rato más en el lago más temprano, Harry lo había tomado de la manita con delicadeza y lo había llevado directo al baño.
El alfa se la había pasado pidiéndole disculpas y diciéndole lo mucho que lo amaba mientras lavaba su cuerpecito con calma y amor, regalándole caricias y halagos cada vez que podía. No hacía preguntas ni esperaba a que el chiquillo hablara con él de regreso, simplemente le decía lo que su corazón sentía y se encargaba de dejarle en claro que aunque su omeguita estuviese molesto con él, siempre lo amaría y trataría con tanto cuidado, buscando su perdón poco a poco.
Cuando lo sacó de la ducha, lo secó con su toalla de patito, lo acostó sobre la cama y le dió un relajante masaje por todo su cuerpecito usando distintas cremas y aceites que dejaban su lechosa piel fresca y suave, repartiéndole castos besitos por el largo de sus piernitas, su abultada pancita y su linda carita de porcelana mientras le escuchaba ronronear gustoso.
Lo levantó y lo vistió con paciencia en un silencio donde de pronto le susurraba pequeños "te amo" y nada más, dejándolo con un short de seda celeste que era cubierto por una de sus hoodies color azul oscuro y unas calcetitas negras en sus piecitos.
Peinó su cabellito con un cepillo suave de bambú hacia un lado y puso un poco de crema humectante en su carita, esparciéndosela con sus pulgares mientras lo escuchaba suspirar y le veía cerrar sus ojitos, lo suficientemente adormilado y cansadito como para no quejarse u oponerse por seguir con su venganza de estar molesto.
Después de un rato, Harry había decidido salir de la habitación para ir a ayudar a Liam a preparar la cena, siendo seguido de un pequeño ser lo suficientemente aterrado de la oscuridad y el bosque como para ir caminando detrás suyo en cada paso que daba, manteniendo una distancia no tan prudente sólo para seguir sin complacer al alfa de romper esa barrera que el chiquillo había puesto entre ambos.
Harry cocinaba algunas verduras salteadas en un sartén sobre la estufa mientras que Liam revisaba el pollo que justo acababa de meter al horno. Por otro lado, Louis se encontraba sentadito sobre una silla del comedor que estaba a un lado de la cocina, con sus ojitos fijos en su alfa y en la ventana que mostraba total oscuridad de allá afuera, viajando de un lugar a otro mientras se aseguraba que ningún monstruo fuera a llevárselo.
Tenía sus ojitos hinchados por el sueño y sus cejitas un poco fruncidas mientras simplemente intentaba no caer dormidito pues no quería hacerlo solito. Jugueteaba con su osito rosa entre sus manitas mientras se quedaba tranquilito en su lugar, escuchando las voces de todos en la cabaña por todo el lugar, pero sobre todo la ronca de su alfa que lo hacía sentir seguro y en casa.
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Vanilla Milk
RomantizmSimplemente la vida del pequeño Louis y su amado alfa, Harry. O donde Louis es un risueño, bonito y tierno omega que adora las burbujitas, los conejitos y biberones con leche de vainilla calientita, siendo mimado y protegido por su adorado alfa. 🧸...