{♥︎‿♥︎} 𝕆𝕟𝕖 𝕊𝕙𝕠𝕥𝕤, ᴀʟᴀɴ ʀɪᴄᴋᴍᴀɴ ʏ ᴄᴏᴍᴘᴀɴ̃ɪᴀ {♥︎‿♥︎}

❤️ Alan Rickman ❤️

Una joven llamada TN caminaba como siempre por las calles, llovía en aquel día, mientras más caminaba más podía darse cuenta que las personas ya no pasaban tan seguido en aquel lugar fue por ello que decidió darse vuelta y regresar a casa para cuando lo hizo un auto la mojó completamente llenándola de barro y agua por todo su vestido blanco que había decido llevar aquel día, pues venía de una "cita" a la cual su novio la engaño justamente en el baño del restaurante, se arrepentía y sentía que su día no podía estar peor, por suerte el dueño del auto bajo por órdenes de su jefe, ya que era una camioneta y el jefe del sujeto escapaba de algo o alguien.

La joven decidió no aceptar su ayuda y con un gesto gentil siguió su camino, detrás escuchó como el "jefe" del hombre bajaba del auto y se maldijo por no caminar más rápido.

- Por favor permítame ayudarla, señorita -

La piel de la joven se erizo completamente, la voz de aquel sujeto le sonaba conocida, no algún familiar o amistad sino de un actor y si pensaba bien, era de su actor favorito, Alan Rickman, dio la vuelta para verlo y saber si sus sospechas eran reales o solo eran suposiciones que su cerebro formulaba por la reciente ruptura, entrecerró sus ojos pues la luz del farol deslumbraba su vista, por más que lo intentaba no lograba saber su rostro así que como lo hizo anteriormente, sonrió.

- Gracias señor, pero tendré que rechazar su oferta -

Aquel hombre cubierto por lentes obscuros y una enorme chaqueta la vio sorprendido pues había pensado que aquella joven lo había reconocido por su voz, no la dejaría pero no soportaría de nuevo ser alagado y firmar cosas, lo hacía durante el día pues le gustaba hacer eso y ver a sus fans felices, pero ese día estaba de vacaciones además había terminado con su novia de toda la vida, Rima Horton, no estaba de humor para hacer aquello por eso la decisión de la joven lo sorprendió y camino a ella siendo seguido por su chófer que lo cubría con una sombrilla.

- Permítame hacerlo, está mojada, sucia y además el clima no es tan bueno - soltó una risa que ocultó con una tos pues no quería que ella pensará que se estaba burlando de su aspecto y situación.

La joven se miro, aquel sujeto tenía razón, estaba totalmente sucia, lo volvió a ver y a paso lento se acercó, de verdad sentía que lo conocía pero no sabía de donde, si en verdad fuera Alan Rickman entonces sería su día de suerte, pero no lo molestaría con cientos de fotos o autógrafos, no estaba de humor, solo quería llegar a su hogar y llorar por mucho tiempo.

Cuando estuvo frente a él intento verlo a los ojos pero los lentes no se lo permitían, se sintió intimidada por el gran tamaño y aspecto del hombre, su leve sonrisa la hacia temblar, se alejó un paso y el actor río por el miedo que ella sentía, seguramente se veía como un violador.

- No se preocupe señorita, no soy violador o alguien que esté interesado en eso - le brindo seguridad sonriéndole de lado.

La joven por primera vez en su vida se sintió protegida, sus padres no le habían brindado ese apoyo pero su abuela si, lamentablemente murió poco después de que la hubo conocido hace más de diez años, abrazándose a sí misma por el pequeño suéter que tenía encima sonrió más tranquila.

- Dígame TN, señor -

- Entonces usted llámeme Alan -

Eso ya sería una coincidencia enorme, pero decidió ignorarlo y cuando Alan le ofreció subir aceptó refugiándose en el maravilloso calor del auto, Alan le dio una señal a su fiel conductor para que esté arrancará y los llevará a su hogar, después de unos largos segundos de silencio cómodo, TN pudo ver como una enorme casa comenzaba a alzarse en la alejania, la miró con sorpresa mal fingida pues nunca había visto tal cosa en su vida, Alan sonrió divertido, esa joven parecía una pequeña niña, pero con un buen cuerpo, negó con su cabeza estaba pensando mal, ella era una joven que solo estaba con él por qué él la mojó y ensució, ni siquiera, probablemente, lo conoce aunque eso de cierta manera es maravilloso pues así puede tener una plática amena sin tener que oír gritos de que el "maravilloso Alan Rickman" estaba frente a ella.