Lionel Shabandar

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La oficina de Lionel Shabandar era sombría, poco iluminada y un poco fría, ya que estaba ubicada en lo más alto del edificio, por lo que él sol no tocaba mucho el lugar, las paredes sombrías estaban llenas de estantes de grandes libros y demasiados complicados para el entendimiento de cualquiera, Lionel estaba sentado en su escritorio, con las cejas fruncidas por la frustración mientras revisaba los registros de su empresa y todos los tratos que había hecho.

Pronto alguien tocó su oficina con suavidad, teniendo cuidado de no ser tan insistente, Lionel levantó la vista de la libreta cuando sonó un golpe en la puerta de su oficina.

- Entra - Su voz sonaba fría y pesada, una joven entró a la oficina.

- Señor Shabandar, ¿Podemos hablar? - Lionel cerró el cuaderno que estaba marcando y se giró en su silla para mirar a la visitante.

- Estoy bastante ocupado, ¿Se puede resumir esta conversación? - La joven entró a la oficina.

- Sí, creo que sí - Mientras caminaba pensaba en lo que diría - Solo quería saber el motivo de mi puesto actual, profesor, ¿Por qué me dejo en la asistente de su compañero, si ciertamente debí ser su asistente por mi esfuerzo? - Lo miró tímida.

Lionel sacó el un gran libro donde tenía el registro de sus empleados, buscando la imagen de ella y sabiendo a lo que se referías, mientras hojeaba el papel, sus cejas se fruncían cada vez más, luego busco el motivo del por qué eso estaba siendo así.

- Tienes razón, debo admitir que, cuando marqué por primera vez su asignación, estaba siendo... parcial, lo he vuelto a revisar con más cuidado y su trabajo fue realmente muy bueno, sin embargó, he recordado el motivo del por qué la cambié de puesto, aunque trabajar para mí compañero es bastante aceptable - Ella sonrío nerviosa.

- L-lo entiendo, pero... me gustaría saber el por qué aun sabiendo que yo sería una buena asistente para usted, no me dejo el puesto - Lionel asintió y volvió a su libro frente a él.

- Por mi esposa - No la miró.

- ¿S-Su esposa, señor? - Lo miró muda - N-No sabía que... tenía esposa - Lionel la volvio a ver.

- Ahora lo sabe - A la oficina volvió a entrar otra mujer.

- Uh, oh... amor... - Llamó de forma tímida y nerviosa, Lionel la vio y suspiró.

- ¿Qué sucedió esta vez? - Habló en un tono suave y ligeramente divertido.

- Quería saber si podía usar tu... bueno... persona, para un experimento- Él frunció el ceño y la miró con las cejas levantadas.

- Puedes... ¿Usar mi persona para tu experimentación?, bueno... supongo que si... Pero quiero saber sobre la naturaleza de tu experimento. ¿Qué piensas hacer? -

- Un experimento que no se bien que saldrá de ello - Soltó una risita, pero los ojos de Lionel se movieron sospechosamente de un lado a otro mientras pensaba por unos momentos.

- Muy bien, te permitiré llevar a cabo tu experimento, siempre y cuando no sea nada peligroso o demasiado imprudente - Miró por a la chica que los miraba confundida y sin palabras - Se puede retirar señorita Jonhanson - Ella asintió dando la vuelta y yéndose - Pero para que lo sepas, te me darás algo a cambio - Su esposa sonrío asintiendo.

- Si amor, gracias - Se acercó a él sonriendo, Lionel se alejó un poco del escritorio para que ella pudiera hacer lo que sea que vaya a hacer.

{♥︎‿♥︎} 𝕆𝕟𝕖 𝕊𝕙𝕠𝕥𝕤, ᴀʟᴀɴ ʀɪᴄᴋᴍᴀɴ ʏ ᴄᴏᴍᴘᴀɴ̃ɪᴀ {♥︎‿♥︎}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora