{♥︎‿♥︎} 𝕆𝕟𝕖 𝕊𝕙𝕠𝕥𝕤, ᴀʟᴀɴ ʀɪᴄᴋᴍᴀɴ ʏ ᴄᴏᴍᴘᴀɴ̃ɪᴀ {♥︎‿♥︎}

Juez Turpin

- ¡¿Adivinen quién ganó?! - Sonrío orgulloso caminando entrelos hombre que aún se peleban - Su daddy Turpin, él único y original - Sonrío alzando ambas cejas.

- Agh, eres el tercer lugar - Turpin sonrío.

- Pero soy el caliente, una descripción que jamás pensé me alcanzaría, Lionel gruñó.

- Jodánse - Murmuró.

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El Juez Turpin estaba en su oficina organizando algunos papeles, el día había sido bastante aburrido para él, se hubiera dormido de no ser que Bamford había venido un par de veces para saber cómo iba con el trabajo, él era el que lo despertaba para asegurarse que no tardará más de lo que realmente debía ser, algo bastante eficaz en ese momento, bosteó levantándose y dirigiéndose a la ventana, abriéndola y entrecerrando los ojos cuando el sol pegó en sus ojos, gruño desatando su corbata y viendo las calles, eran demasiado tranquilo para su gusto, pero por el bien de una sola persona, permitiría que las calles fueran lo más seguras posibles, aunque eso realmente no le importaba, bostezó una vez más, preguntándose cuando había sido la primera vez en la conoció, una joven hermosa que paseaba por sus jardines buscando un hermoso ramo de flores para su madre enferma, soltó una risita, recordaba el miedo en sus ojos, en ese momento le causaba satisfacción, gusto, placer, pero ahora si volvía a ver ese brillo de miedo en sus ojos, lo mataría, le dolería, lo torturaría, no quería que la única mujer a la que realmente amaba y lo amaba sin importar lo que había, se perdiera, incluso daría su vida por ella y se lanzaría desde un puente para salvar su vida, para mantenerla segura, gruño haciendo una mueca de horror al darse cuenta el romance que tenían sus palabras, el jamás había sido un hombre así y se sentía extraño que de un momento a otro, alguien viniera a cambiar su vida.

Tomando un último respiro se dirigió a su escritorio de nuevo, organizando y firmando los papeles que "milagrosamente", seguían ahí, suspiro pasando una mano por su cabello y gruñendo de nuevo, casi parecía un animal por tanto gruñido lanzado, suspiró frustradamente comenzando a firmar lo más rápido que podía, a mal paso darle prisa, se decía en su mente, hasta que dejo su cabeza sobre el escritorio, no aguantaba más, desde que se habían vuelto un Juez con más valor y respeto, su trabajo aumento, ahora de diferentes lugares venían a él para que resolviera su caso, gruño, incluso habían ido lideres de orfanatos y de asilos para que los ayudará a resolver el problema que tenía, cerró sus ojos descansando al menos por un momento, desde la mañana había estado despierto intentando resolver el problema de cada uno de los habitantes, sonrío gimiendo de satisfacción cuando sintió unas manos en sus hombros, dándole suaves masajes, no sabía cuándo había entrado, pero definitivamente no era mal recibido.

- Tienes demasiado trabajo - Susurró masajeando lentamente sus hombros, Turpin gruño frunciendo su ceño.

- Por tu culpa - Murmuró soltando una risita cuando ella le dio un suave golpe en el hombro - Es la verdad querida - Susurró soltando un largo y cansado suspiró - Si no me hubieras pedido ser el dios de este pueblo, no estaría tan tenso y estresado -