{♥︎‿♥︎} 𝕆𝕟𝕖 𝕊𝕙𝕠𝕥𝕤, ᴀʟᴀɴ ʀɪᴄᴋᴍᴀɴ ʏ ᴄᴏᴍᴘᴀɴ̃ɪᴀ {♥︎‿♥︎}

Sheriff George de Notthingham

Dedicado especialmente a: LourdesGracia901

- ¿Ella?, ella era mi todo, mi mundo, mi cielo, mi luna, mi ángel, por ella era que yo era bueno, por ella era que yo deje el mal, yo... vivo por ella -

- Que intenso - 

- ¿Verdad que sí? - Soltó una risita - Este poema realmente es bueno - Vio a su esposa y sonrío.

- ¿De quién es? -

- Mario Benedetti - Habló leyendo el autor, TN lo vio ligeramente sorprendida - Vamos, yo puedo ser mejor que esto -

- Demuéstralo - Lo retó acomodándose en el sofá.

- Bien, mira esto - Se aclaró la garganta - Me gusta verla por la noche, ¿Por qué?, por qué solo la luna sabe cómo hacer resplandecerla con su bello brillo, solo las estrellas pueden intentar competir con su belleza y solo yo puedo tenerla -

TN lo miró un poco y sonrío sonrojada, sabía que se lo había dedicado a ella, pero jamás creyó que solo unas palabras la harían sentir tan feliz, George con una sonrisita se sentó a su lado hasta estar demasiado juntos, acercó su mano a la mejilla de ella y la hizo verlo.

- Eres tan hermosa cuando estas sonrojada - Ella se sonrojo aún más y apartó la mirada, él sonrío de lado apartando un mechón de cabello de su rostro - Eres tan hermosa -

- Actúas como si fuera la primera vez que nos conociéramos - Se intentó burlar, pero él soltó una risita desviando la mirada.

- Ese día fue el mejor de mi vida, pude verte actuar, ser tú, ser... la mujer de mis sueños - La volvió a mirar recordando aquel hermoso día.

Hace 15 años...

El Sheriff de Notthingham se encontraba en su caballo dirigiéndose al pueblo, había tenido que viajar por órdenes del rey y ahora iba de regresó, cuando su caballo volco dando una vuelta de 360 grados, por obvias razones, el cayó al suelo, gruñó levantándose con enojo, vio a su alrededor buscando al responsable de eso.

- Sheriff, al fin puedo conocerlo - Se escuchó una risa.

- Tú insolente y maldita, ¡Aparece! - De un árbol bajo lentamente una mujer encapuchada y de negro, su capucha cubría completamente su rostro.

- Hola, Sheriff - Sonrío acercándose - Me meto que tendrá que darme una cantidad de dinero si quiere seguir su camino - Sonrío aún más acercándose.

- Pues me meto que no le daré nada, ¡No es nadie comparada conmigo! - Preparó su espada.

- Soy alguien - Se acercó aún más, estando cara a cara, el Sheriff pudo oler un aroma realmente hipnotizante.

- Lo dudo - Susurró, ella se acercó más estando a pocos centímetros.

- Soy la mujer que - Acarició la barba de él, el Sheriff sonrío - Le acaba de robar - Se alejó mostrándole la bolsa de oro.