{♥︎‿♥︎} 𝕆𝕟𝕖 𝕊𝕙𝕠𝕥𝕤, ᴀʟᴀɴ ʀɪᴄᴋᴍᴀɴ ʏ ᴄᴏᴍᴘᴀɴ̃ɪᴀ {♥︎‿♥︎}

Sheriff George de Notthingham

Dedicado especialmente a alarcondanaaylen

(Esto se puede considerar como la segunda parte del Sheriff de Notthingham)

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La cama rechinaba, las sábanas caían al suelo por el movimiento, la temperatura estaba elevada, a pesar de ser una noche de frío en aquella habitación, cualquier persona que entrara podía asarse, los gemidos se escuchaban por toda la habitación y los choques de pieles eran tan fuertes que cualquiera pensaría que estaban "aplaudiendo", la intensidad con la que se escuchaba solo podía ser seña de que la velocidad era mucha.

También cualquiera podía pensar que ella estaba siendo violada pues soltaba sollozos, pero, en realidad, ella estaba brincando sobre su Sheriff de Notthingham, suyo y solo suyo, brincaba con mucha fuerza sosteniéndose de los hombros de George, sus pechos rebotaban y sus glúteos estaba rojos por las nalgadas que él le daba, tenía ya marcados sus dedos y con cada golpe, el escozor se volvía más insoportable pero el dolor combinado con el placer era perfecto.

El sheriff George veía a su esposa con el rostro destrozado, estaba llena de placer, pero al mismo tiempo de dolor, sus manos estaban firmemente puestas en sus caderas y le encantaba verla de tal manera, vio sus pezones erectos y su piel de gallina, dejo caer su cabeza para atrás deseando que no terminará tan rápido, ella estaba tan mojada y en cada estocada lo ensuciaba más.

- Oh querida ~, se siente tan bien estar dentro de ti - Gimió alto - Me encanta tomarte y verte mientras lo hago - Se acercó a sus labios - Córrete sobre mí, quiero que lo hagas - Respiró profundo acercándose a su cuello para morderlo.

- mmm~ George - Él gimió alto al escuchar su nombre en sus labios.

George tomo a su esposa por la espalda para enterrarse hasta lo más profundo, sin dejar de morder su cuello y corriéndose dentro de ella, gimió roncamente sintiendo las apretadas paredes a su alrededor, ella igual se estaba corriendo sobre sus piernas, dejo de morder su cuello para ir a sus labios y morderlos, ambos disfrutaban el hermoso e intenso orgasmo, se separó de ella viendo su labio sangrar, con su lengua limpió la sangre y la miró con deseo.

- Es una suerte que Patrick este fuera, de lo contrario no podría responder todas sus preguntas - Susurró George recargándose en la pared detrás de él.

TN sonrió divertida, bajando su mirada a su pecho y pasar su dedo índice sobre él, George frunció el ceño ante el cambio tan repentino de su esposa.

- ¿Que sucede querida? - Ella subió su mirada para verlo.