{♥︎‿♥︎} 𝕆𝕟𝕖 𝕊𝕙𝕠𝕥𝕤, ᴀʟᴀɴ ʀɪᴄᴋᴍᴀɴ ʏ ᴄᴏᴍᴘᴀɴ̃ɪᴀ {♥︎‿♥︎}

🔥Hans Gruber +18🔥

Especialmente dedicado a La_amante_de_gatos

Se recomienda discreción ya que el siguiente contenido puede tener palabras fuertes, escenas de violencia, escenarios fuertes y violación.

Favor de no demandar a la escritora por cualquier trauma que se pueda provocar en el lector.

Todos los derechos reservados para el autor de este libro.

No se permiten arrepentimientos de cualquier cosa que pueda ocurrir a continuación.

Gracias.

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Hans Gruber, hombre líder de un grupo de ladrones internacionales, experto en armas y matar gente sin piedad, corazón de piedra y difícil de dominar. De eso estaba muy segura su esposa quien sabrá Dios como se habrá convertido en eso, ella estaba más que segura que Hans era alguien a quien le gustaba dominar en todos los sentidos y en momento él se lo estaba haciendo saber de nuevo.

La tenía sobre sus rodillas con sus muñecas en la espalda, su mejilla sobre la cama, sus ojos cubiertos por su misma corbata y la penetraba con fuerza por detrás, Hans solo tenía su miembro fuera de su ropa mientras ella estaba desnuda.

- No quiero que vuelvas a coquetear con ese imbécil, ¿Entendiste? - Decía entre gruñidos.

- S... Si Hans - Recibió una fuerte nalgada que la hizo gritar.

- Dilo de nuevo pequeña - Con una mano saco su cinturón del pantalón y lo llevo a las muñecas de ella para atarlas con fuerza y así poder agarrar su enorme trasero con ambas manos - Di mi nombre -

- Hans.... My daddy Hans - Susurró mordiéndose el labio, por lo cual recibió otra nalgada igual de fuerte.

- Gritalo, que todo el maldito mundo te escuché, quiero oírte - Demandó con enojo moviéndose con mas fuerza.

Hans se encontraba de pie en la orilla de la cama mientras que a ella la había echo a su antojo, en otras palabras, tenía los pies de TN a los lados de su piernas y su trasero alzado para él, le dio otra enorme nalgada sin dejar de penetrarla con esa fuerza con la que había empezado.

- Grita mi nombre pequeña, se que puedes hacerlo - Hizo círculos con su miembro dentro de su entrada para encontrar el punto débil.

- ¡Oh daddy Hans! - Grito a todo lo que su voz daba, se movió también en círculos para sentirlo más.

- Muy bien pequeña - La felicito para luego agarrar sus muñecas y con fuerza jalar su cuerpo desnudo a él - Papi te dará lo que mereces por coquetear con ese idiota imbécil bueno para nada - Con una mano sostuvo su vientre y con la otra acarició con suavidad su mejilla - ¿Entendiste? - Ella asintió y Hans le dio una embestida fuerte - Usa tus palabra nena y tal vez podrías reducir tú castigo -

- Si entendí... Daddy - Hablo en un susurro y un suspiro agotador.

- ¿Ya te cansaste pequeña? - Uso ese tono burlador que usaba para hacerles saber a sus "clientes" que pronto los mataría.

- N... No daddy - Hans sonrió, llevo su mano de la mejilla al cuello para ahorcarla y obligarla a llevar su cabeza a su hombro.

- Buena respuesta - Comenzó de nuevo embestidas fuertes - Ahora has lo que te pida pequeña -

- Si daddy - Se mordió su labio.

- Grita - Susurró llevando la mano del vientre a su zona íntima para hacer círculos rápidos sobre ella, al igual que lo movió de un lado a otro con brusquedad.

- ¡Ah!, ¡Daddy!.... ¡Dame más.... Por favor! - Hans sonrió y aceleró sus movimientos.

Hans llevo su boca al cuello de ella para morderlo con fuerza sacándole otro grito y haciendo que ella se estremeciera, volvió a recostarla con fuerza sobre la cama que por cierto su cabeza tocó el colchón y fue una suerte que esté fuera suave, de lo contrario se hubiera golpeado, Hans volvió a alzar su trasero que había caído cuando ella cayó, salió de ella, se acomodó en su entrada trasera y la penetró con fuerza, volvió a tomar de sus muñecas con una mano y la otra viajo a su intimidad para meter tres dedos de una sola a la entrada frontal de ella, TN gimió aguantadose las lágrimas de dolor que la fuerza había provocado, ya se estaba despidiendo de poder caminar. Las embestidas comenzaron bruscas y fuertes, Hans gimió en silencio mientras su pequeña gritaba de dolor y placer, ambos sentimientos tan diferentes pero que se hicieron tan asquerosamente bien juntos.

- Joder pequeña, estás tan apretada - Su juicio se había ido de su cuerpo - Quiero romperte ese hermoso trasero linda - Y dicho esto hizo las embestidas más fuertes que logró hacer, tocando su intimidad y penetrandola con sus dedos.

- ¡Oh daddy!, ¡Yes daddy! -

- ¿Te gusta sentirme dentro de ti? -

- Yes daddy -

- Entonces tómame bien pequeña - La mano de las muñecas viajo a su cabello para jalarlo.

Hans subió la intensidad de sus embestidas si eso era posible, había aguantado tanto su furia por verla con ese idiota que ahora la dejaba ir, ella era suya y la proclamaba como tal. ¿Que había pasado con aquel idiota?, Seguramente ya lo habrán matado o sacado los sesos para luego dárselos a los perros de la calle, era lo menos que se podía hacer por haberse metido con la mujer de Hans Gruber.

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Espero te haya gustado.