Capítulo 97

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Lo que había comenzado como una fabulosa noche para Peter y las jóvenes mujeres en la gala de la escuela secundaria, terminó siendo un viaje de regreso a última hora para transportar a quince mini heroínas y villanas junto a dos mutantes adultas que él creyó que actuarían responsablemente.

Poco le interesaba al tótem lo que la gente pensara de él al ver el momento en que todas las intrusas ingresaron exclamando su nombre, ya que todo su foco de atención estaba pendiente en las tres heroínas que lucían un tanto sombrías, incluso con los intentos en vano que Peter realizaba para aligerar el ambiente.

Dos de ellas mostraban una mirada para nada amistosa hacia el resto de féminas interesadas en la araña

La tercera de ellas, pues la pobre todavía lloraba la pérdida de, lo que para ella era, material esencial en su dispositivo móvil

Detuvo el vehículo en la acera frente a la Mansión Avengers, bajándose primero para así abrirles la puerta a sus cita, al mismo tiempo que una furgoneta brindada por Hill, si las marcas impresas diminutamente en las ventanillas significan algo, se detuvo detrás de ellos.

Spiderman guio al pequeño grupo con quien fue a la gala directamente al interior del establecimiento, sin voltearse a ver si las demás los seguían o no. Caminó entre los pasillos con cautela para no despertar a Maria que dormía junto a Valeria, y a Franklin que era usado como peluche por Marvel Girl.

La habitación de Captain Marvel fue la primera que alcanzaron los cuatro, deteniéndose para brindarle un abrazo a la pakistaní que había empezado a bostezar debido a la fatiga. Peter se encargó de besar su frente y disculparse por los inconvenientes, cargándola contra su pecho en el instante que ella cerró los ojos por varios segundos para despertarse perdida y repetir el proceso varias veces.

Ahora la receptora de afiladas miradas era la susodicha joven

Todavía no sabían con certeza si sería una amenaza más para ellas

-Podrían ayudarla a cambiarse? – pidió el castaño tras depositarla sobre la cama, dejando a la mutante y la latina a solas en el interior de la recámara mientras él esperaba afuera.

Aguardó callado y recargado contra una pared aledaña a la puerta, divisando impasible al séquito de niñas que portaban lindos vestidos que combinaban con sedosos peinados lacios. Lo había platicado más de una vez con todas ellas que hoy era un día especial para las jóvenes adultas, pero al parecer todo lo que les decía fue inútil.

Su mirada inmutable no reveló nada a una temerosa Felicia que se separó del grupo y posicionó frente a él, sin quitar la vista del suelo al mismo tiempo que usaba su puño para limpiarse la nariz del sollozo que había estado llevando todo el camino de regreso a casa.

-Feliz? – murmuró completamente sereno de sus emociones la araña que protegía de todas ellas.

La diminuta peliblanca tembló instintivamente al reconocer el tono empleado por el hombre que amaba perdidamente pero engañó muchas veces para salirse con la suya. Era una voz que indicaba su enfado, uno que solía usar únicamente cuando llevaba consigo su traje negro que le recordaba a Venom.

Debido a aquella causa, la rejuvenecida Black Cat reaccionó velozmente y negó con su cabeza sin levantar la vista del suelo.

-Ya veo…puedo saber por qué lo hiciste? Y no te esfuerces en mentirme, sé que fuiste tú- reconociendo su culpabilidad cuando gritó negativamente en el gimnasio de Midtown, Peter le cuestionó nuevamente a la infante.

Era demasiada la tensión que había entre ambos, lo que ponía cada vez más nerviosa a la mini ladrona de joyas que ansiaba alzar su cabeza para responder pero se sentía imposibilitada ya que odiaba ver el semblante neutro que de seguro recibiría.

Reaccionando a "Niñeros por obligación"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora