Capítulo 53

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-Tienes que dormirte, Julia. Recuerda que tienes clases de danza mañana…- en su suave susurro al oído, Spidey le dijo a la actual Madame Web.

-No…ellas…te quieren robar…- entre tiernos bostezos, la mujer con cuerpo infantil protestó al mismo tiempo que se aferraba con más ímpetu al cuello del adulto.

-Nadie me va a robar de ustedes, mi misteriosa arañita- trató de tranquilizar Peter, moviéndose de un lado al otro en un mesmerizante vaivén, llamándola cariñosamente por el mote que utilizó cuando se enteró que había suplantado a Cassandra.

-Por ahora...-dejaba la frase sin terminar Psylocke ganándose alguna mirada retadora de las pretendientes

-Tú…dices eso…pero ellas te llevarán lejos…cuando cierre los ojos- siéndole imposible de controlar el ciclo metabólico en su estado de niña, intentó convencer nuevamente al castaño.

-Prometí que me quedaría a sus lados y las cuidaría, no? Qué clase de esposo sería si me alejase de mis amadas esposas? – bromeó Peter, sin importarle mucho la cara de indignación que Maria tenía o las de celos que presentaban las adolescentes y mutantes adultas.

-Spidey no es el típico de ir a por el tabaco y no vuelve. Ese sería Wolvie-comentaba Deadpool mientras curioseaba en el teléfono móvil de cierto autor de este leyendo

-Uno malo…y tú no eres así…- replicó la niña, dejándose vencer por la fatiga y hundiendo su cara en el cuello descubierto del héroe de Queens.

La susodicha se mordía el interior de su labio, sufriendo celos de su pequeña contraparte

Si tan solo el asiento de Peter fuera más grande...

-Eso habrá que descubrirlo, Julia. Aunque te prometo que hasta que esto termine, no haré nada que las ponga triste- dio su voto de confianza el tótem, caminando hasta la sala donde las demás heroínas y villanas dormitaban, queriendo dejar allí a la antigua Spiderwoman de traje negro pero fallando cuando esta se negaba a soltarse en su sueño.

Emitió un suspiro el vigilante y Avenger, dándose por vencido en sus vanos intentos de depositar a la infante con el resto. Quiso tomar asiento en el sofá, pero también tuvo de darse por derrotado cuando Franklin se hallaba allí junto a Rachel, demostrando que podía tener un rostro tranquilo y no aquel ceño fruncido tan característico.

-No siempre estoy así!

-Cuando no estás abrazando a tu osito de peluche de tamaño real, si lo estás

-Papá!

Rachel quería protestar pero se calló ante la mirada de advertencia de su madre

-Quieres que la cargue por ti? – la muchacha latina se acercó a su mentor, ofreciéndose.

-No quiero importunarte con algo como esto. Tú también nec…- quiso negarse ante la oferta, pero terminó siendo interrumpido cuando la joven bufó y tomó a Julia Carpenter en sus brazos.

-Hablas mucho algunas veces, Peter. No estás solo en esto- murmuró al oído derecho del adulto la adolescente, atreviéndose a depositarle un beso en la mejilla rápidamente como lo hizo anteriormente.

Reaccionando a "Niñeros por obligación"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora