Capítulo 26

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-Esto es el infierno…- un abatido Franklin Richards murmuró al mismo tiempo que imitaba a un helado derretido.

-Alégrate, estás saboreando un poco de la vida adulta. Ahora me crees que ser un niño es mejor? – compadeciéndose de la angustia infantil, Peter palmeó la espalda del niño rubio.

-Por qué The Wasp tuvo que decir que íbamos de compras? Hace una hora estamos aquí sentados esperando! – alzando sus manos al cielo, protestó el joven.

Todos los varones de la sala, incluido Stan, juntaron sus manos en posición de rezo por Franklin y Peter

-Ya, ya…son así ellas. Además, escuché que Anya y Kamala están por tener un baile en sus escuelas secundarias, por lo que es muy importante para las muchachas el lucir radiantes- trató de explicarle pacientemente a su "sobrino", la araña.

-Ya no me acordaba de baile! ¡¿Si estamos aquí como vamos a llegar?!-exclamaba de forma alarmada Anya

-Tranquila pequeña. Confiad en mí cuando os digo que llegaréis-tranquilizaba Stan a la joven Corazón

-Cómo están pagando todo eso? Eres millonario, tío Peter? – dándose cuenta del pequeño detalle monetario, el blondo quiso saber.

-Si JJJ me hubiese pagado debidamente en el pasado, de seguro ya lo sería. Pero por ahora, Tony dejó a nuestra disposición su colección de tarjetas de crédito. No te parece que es un ser bondadoso? – con sarcasmo replicó el Parker, disfrutando internamente el usar dinero ajeno de un hombre que siempre lo vio como un peón para sus discusiones.

Ante las palabras de la lectura, Tony puso una cara de indignación que produjo risas en Valeria y Franklin

-Entonces fue algo bueno que el Sr. Stark nos dejase comprar la comida primero…- con una mueca alegre, complementó el hijo de Sue.

Un suspiro de alivio y fascinación escapó de los labios del castaño, algo contrario a la espiración que el rubio emitió, uno lleno de miedo y lamento. La causa de ello eran las bolsas repletas de ropas que las jóvenes heroínas y villanas traían consigo, aunque tampoco era para exagerar ya que solo eran cinco bolsas en total.

-Luego esas cinco son diez...y luego quince...y veinte...y así sucesivamente-decía Peter ganándose asentimientos de Human Torch y Iceman

-Veo que terminaron, hermosas señoritas. Dejen que llevemos esa carga por ustedes- amablemente pidió Spiderman, empujando con suavidad a su compañero de asiento quien se apresuró a tomar la bolsa que su hermana y madre llevaban.

-Ahora podemos comer algo? – Jennifer indagó, siendo apoyada con catorce asentimientos más por parte de las rejuvenecidas.

-No es mala idea. Ustedes que piensan, Anya, Hope, Kamala? Quieren algo en especial? – dirigiéndoles la palabra al trío de heroínas en formación, habló él.

-Pizza? – la mesías de los mutantes ofreció como opción a sus amigas, quienes tras pensarlo unos segundos afirmaron en silencio.

-Ustedes quieren pizza u otra cosa? – agachándose a la altura de sus ídolos, Ms. Marvel interrogó.

-Qué es eso? – un poco confundida en verdad, Loki formuló su duda al adulto del gran grupo, haciendo que todos la miren como si fuese un ser de otro mundo…algo no muy fuera de la realidad en verdad.

-¿No sabes lo que es la pizza?-preguntaba Medusa a Loki

-No...

-Sacrilegio!-exclamaba Spider-Man levantando como lo haría Doom

Reaccionando a "Niñeros por obligación"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora