Capítulo VIII

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Liv Buckley

Llegamos a la pizzería y Eddie abre la puerta trasera de la Van para que todo el hambriento clan Hellfire baje. Eddie y yo bajamos de nuestros lugares y entramos al lugar donde los chicos ya han elegido una mesa donde cabemos a la perfección ubicada a un lado de la ventana. Dustin me ha guardado un asiento a su lado, Eddie se sienta frente a mí y nos disponemos a discutir sobre el sabor de la pizza. Al final elegimos Una de Pepperoni y una mexicana, ya que a Mike le repudia la pizza con piña. Eddie y yo concordamos con que es un completo tonto por pensar así. Nos llevan la pizza a la mesa y comenzamos a devorarla tal cual dragón a Gareth.

-Debo ser honesto, Liv, cuando Dustin y Mike te presentaron como el remplazo, jamás creí que fueras así de buena.- me dice Michael masticando un bocado de pizza de pepperoni que comió antes de hablar.

-Bueno, debo admitir que mis chicos me enseñaron bien. Era demasiado torpe al inicio- río con un flashback en la cabeza de la primera vez que jugué C&D y todos estaban desesperados porque no podía concentrarme sin mirar con repudio al Demogorgón esperando a que en cualquier momento me comiera.

-¿Cuánto tiempo llevas jugando?- me pregunta Josh. Limpio las comisuras de mis labios con una servilleta y la coloco debajo de mi plato.

-Cuatro años aproximadamente.- Conocí a los chicos en la sala de audiovisuales en la secundaria. El profesor Clark y ellos trabajaban en un proyecto de su club de imagen y sonido; estaban intentando crear un radio con alcance de miles de metros a la redonda. Los descubrí y el profesor me propuso entrar. Acepté y les fui de mucha ayuda al armar el artefacto. Desde ahí nos hicimos muy unidos. Luego mi hermana conoció a Steve y nuestro círculo se unió.

-Necesitamos otra partida contigo, Liv- pide Michael. Todos en la mesa asienten.

-Hablando de...- interrumpe Eddie. Se levanta y va a su camioneta. Lo miro atenta en su trayecto a la salida y de regreso. Esconde algo bajo su chaqueta y toma de nuevo su asiento -Del Hellfire Club para ti- me extiende un paquete envuelto con papel periódico y cinta adhesiva mal pegada. Me lo desliza por la mesa lentamente con su mano hasta quedar justo frente a mí. Miro a los chicos y todos tienen emoción en su rostro.

Lo tomó entre mis manos y lo abro con cuidado de no romper el periódico. Parece ser tela. La desdobló e instantáneamente identifico el logo del Club.

-¡Es la playera del Hellfire Club!- chillo de emoción sosteniéndola con ambas manos frente a mi. La estrujo entre mi pecho y mis brazos y la vuelvo a mirar.

-Recuerdo que pediste una playera; la envolvimos cuando llamaste a tus padres, corrección, Eddie la envolvió- explica Mike. Miro a Eddie y él intenta disimular el color en sus mejillas tapando su boca escondiendo su sonrisa.

-Está increíble, me encanta, de verdad gracias- estoy a punto de soltarme a llorar. Pero hago todo lo posible por no ponerme sentimental frente a los chicos. No puedo evitar abrazar a los que tengo en mi fila de la mesa que son Dustin, Mike y Gareth. Al separarme del abrazo, me estiro al frente rodeando a Josh, Michael y Eddie; Apenas puedo acapararlos. Al sentir la mano de Eddie en mi cintura, un escalofrío me recorre la espalda. No me quiero separar del abrazo, sin embargo, no quiero que esto se torne incómodo.

-Debes sentirte privilegiada, no cualquiera es digno de portar nuestra sagrada playera.- Me avisa Eddie en cuanto nos separamos. Río a lo bajo y me vuelvo a sentar.

-Me la voy a poner.- digo. Me quito la chamarra de Eddie y la que traía puesta color caqui y ambas se las aviento a Dustin para que las sostenga. Me pongo la playera encima de mi camiseta negra mientras todos me miran divertidos a mi acción. -La amo, nunca me la voy a quitar- les digo apreciando como se me ve puesta.

𝕭𝖔𝖗𝖓 𝖎𝖓 𝕳𝖊𝖑𝖑 || 𝑬𝒅𝒅𝒊𝒆 𝑴𝒖𝒏𝒔𝒐𝒏 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora