Capítulo LXXV

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Liv Buckley

Eddie ha terminado de dar su testimonio como testigo del abogado Johnson, lo que significa, que es mi turno. Me pidió hacerlo ya que tuve gran interferencia en el caso.

Eddie no dijo nada más que la verdad, claro, sin poner de lado su característico humor sarcástico e irónicas expresiones. El juez lo reprendió a menudo con eso, pero al darse cuenta de que Munson no lo obedecería en lo absoluto, se dio por vencido.

     Estoy fuera del juzgado a la espera del llamado del juez para testificar; los nervios me están matando.

     Un joven policía con un rostro más amigable que el resto de sus compañeros espera conmigo. No entablamos conversación en ningún momento, pero claramente puedo ver que está de nuestro lado, lo noto porque cada vez que el abogado de Jason y Billy se esmera en defenderlos, él solo pone los ojos en blanco y ríe burlón a lo bajo.

     -Es su turno, señorita.- me saca de transe. No me había percatado de que el juez ha llamado por mi presencia.

     Asiento con la cabeza y él me abre la puerta para poder entrar; todas las miradas se posan en mi ser. Busco a Johnson, a lo que él no tarda en encontrarme, reconfortándome con su cabeza y suplicándome que no diga nada más que la verdad y la manera en la que yo percibí los hechos.

     Durante todo el trayecto intento descifrar cómo es que quiero dejar a Billy, y aunque es más que claro que quiero intentar salvarlo a toda costa, no puedo mentir para que todo lo acontecido suene como si no hubiera sido la gran cosa.

     Haré lo posible por salvarnos a todos, menos a Jason, él puede pudrirse en la mierda de agujero sin salida al que pertenece.

     -Olivia Buckley, ¿juras decir la verdad y nada más que la verdad al testificar en contra de los acusados Jason Benjamín Carver y William Hargrove?- me pregunta el juez a mi lado con una autoritaria voz que me intimida hasta hacerme sentir del tamaño de una pulga.

     -S...sí, lo juro.

     -Hija, te recuerdo que mentir a la corte es un delito que se castiga con cárcel, ¿de acuerdo?- me susurra; no lo tomo personal, pues con todos los testigos ha hecho exactamente lo mismo. -Abogado Miles, tiene la primer palabra.

-Gracias, señor juez...- Miles se levanta de su asiento aproximándose hambriento a mí. -Señorita Liv...

-Olivia, solo mis amigos me llaman Liv.- le esfumo el intento barato de intimidación que Miles planeaba contra mí en cuestión de segundos, pues justo ahora, el miedo no debe habitar en mi ser, ni mucho menos ser notorio. Sé la calaña con la que Clifford Hargrove trata, y ese idiota con aires de superioridad y traje no es más que uno de la lista.

-Olivia Buckley, ¿puedes relatar detalladamente tu versión de los hechos? Sé especifica en cuestión de Billy y sus antecedentes.- hijo de puta. Miles sabía exactamente donde atacar y en qué momento. Los nervios se me escapan de la mano dirigiéndome a Johnson; él no ha cambiado su expresión, una frente arrugada, labios fruncidos y mirada penetrante me alientan a continuar.

-Bueno... Billy y yo tuvimos una relación de casi tres años, era un poco problemática y discutíamos a menudo, sin embargo, cuando se fue, creo que las peleas desaparecieron, claro, suponiendo que no nos veíamos y era por eso. Hace unos meses conocí a Eddie Munson, sin saber cómo, nos enamoramos, y al decidir tener una relación, Billy regresó.- trago saliva ahogando junto con ella, el nudo en la garganta que se me ha formado al repasar nuevamente lo que ocurrió. -Billy se enteró semanas después de que Eddie y yo teníamos algo más, y fue entonces cuando todo empeoró.- mantengo la vista al frente, no miro a mis padres, a mi hermana ni a mis amigos, mucho menos a Billy que suplica porque lo deje en un buen lugar. Verlos me rompería en cuestión de segundos. -Billy comenzó a tomar actitudes más agresivas, nos acosaba en el bar al que comúnmente íbamos los domingos, buscaba cualquier oportunidad para hacer enfadar a Eddie, pero de un día a otro, todo paró, entonces nos invitó a una especie de reconciliación en casa de Jason, a lo que yo me negué pero Eddie no, así que fuimos, como última opción para intentar arreglar las cosas pacíficamente, o bueno, eso era lo que yo quería hacer.

𝕭𝖔𝖗𝖓 𝖎𝖓 𝕳𝖊𝖑𝖑 || 𝑬𝒅𝒅𝒊𝒆 𝑴𝒖𝒏𝒔𝒐𝒏 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora