𝕭𝖔𝖗𝖓 𝖎𝖓 𝕳𝖊𝖑𝖑 || 𝑬𝒅𝒅𝒊𝒆 𝑴𝒖𝒏𝒔𝒐𝒏

Capítulo XLI

Liv Buckley

No puedo evitar correr hacia mis amigos con los brazos tan abiertos como puedo para que los tres quepan en su interior.

     Jane está en medio, Jonathan a la izquierda y Will a la derecha, me aferro a los costados de los chicos mientras que ellos a mi cuerpo.

     -¿Cómo es que están aquí?- pregunto a mitad del abrazo. Una lágrima de mi mejilla hace el momento más emotivo, y mientras que Jane olfatea cada nota de mi aroma, Will se da cuenta de la humedad en mi rostro y cuidadosamente lo limpia con su dedo índice.

     -Mamá nos trajo por un par de días.- contesta Will. Me separo de ellos y mis manos van directo a las rosadas mejillas de Jane.

     -Estás enorme, preciosa.- exclamo. Jane sonríe agradecida a mi halago y ella vuelve a abalanzarse a mi cintura. La estrujo con mis brazos besando su cabeza que lleva un bonito peinado que estoy segura, Joyce le enseñó a hacerse.

     -Te extrañamos tanto, Liv.- contesta Jane.

     -Yo a ustedes, chicos... Jonathan, mírate, luces como si no te hubieras bañado en días.- revoloteó su cabello rubio.

     -No lo ha hecho.- contesta Will. Me limpio la mano con mis jeans dramáticamente asqueada a lo que Jonathan ríe avergonzado.

     -Y tú, pequeño travieso, cada día eres más guapo, ¿no es cierto?- recuerdo que Will era el más bajo de estatura del grupo, y ahora, tenerlo frente a mi rebasándome por considerables centímetros, me hace olvidarme de lo indefenso que lucía; aún conserva el mismo horrendo corte de cabello que a él le encanta y todos en el grupo odiamos.

     -Las chicas se mueren por él.- comenta Jane. Will niega rotundamente con la cabeza mientras la fulmina con ese par de avellanas que llama ojos.

     -Claro que no, Jane, ¿Qué estás diciendo?- reprende el castaño.

     -¿Dónde están Joyce y Hopper?- pregunto buscando rastro del auto de Joyce.

     -Están en tu casa, con tus padres, están buscando alojamiento para todos.- contesta Jane esta vez aferrada a los brazos de Max. Me alegra tanto verlas de nuevo juntas, pues yo mejor que nadie sé lo mucho que Max extrañó a su mejor amiga.

     -Pues espero que mi mamá tenga lista la habitación de huéspedes, porque ustedes se quedarán con nosotros.- mi mamá y Joyce solían ser muy cercanas antes de que encontrara un trabajo más estable y escapara de Hawkins junto con Hopper y su familia, por lo que estoy segura que no solo a mi me alegrará tanto tener a los Byers- Hopper hospedados en nuestra casa.

     -Escuché que Billy regresó.- comenta Jonathan mirándome atento a mis expresiones faciales.

     -Sí, lo hizo hace unos días.- contesto. -¿Ya conocieron al club?- cambio rotundamente de tema esta vez dirigiéndome a Dustin; él niega con la cabeza al igual que Steve y Nance. -Presiento que tú y Eddie se llevarán de maravilla, a él también le encanta C&D.- le comento a Will; cuando estamos por subir a los autos de Steve y Jonathan, las voces de Ataúd Oxidado nos detienen obligándonos a voltear la mirada.

     -Eddie, chicos, vengan aquí- llama Dustin a la diminuta multitud. Ellos obedecen inspeccionando detalle a detalle a nuestros amigos. -Ellos son nuestros amigos, los que se mudaron a Lenora, ¿recuerdan?- Explica el peli rizado en cuanto han llegado a nosotros.

     -Hola.- saludan Jonathan, Will y Jane al mismo tiempo.

     -Hola.- responden los chicos amistosamente.