𝕭𝖔𝖗𝖓 𝖎𝖓 𝕳𝖊𝖑𝖑 || 𝑬𝒅𝒅𝒊𝒆 𝑴𝒖𝒏𝒔𝒐𝒏

Capítulo XXXIX

Liv Buckley

Al mirar el reloj en mi muñeca, son las 10:40 de la noche, y a decir verdad, el juego ha sido bastante corto a comparación de las doce horas que alcanzamos una vez.

     En resumen, quedamos solamente Mike, Dustin y yo; los demás murieron. El primero fue Josh, dio la vida por Michael en una persecución donde los elfos nos emboscaron hiriéndonos a todos en diferentes sitios. Mike trató de salvarle la vida invocando un hechizo de la mochila de Dustin, pero no lo ejecutó hábilmente, así que Josh fue papel para esos cientos de Elfos. El siguiente fue Michael, al entrar al bosque de las tinieblas, estúpidamente cayó en la trampa que Darlakanand nos preparó; el pobre Michael fue degollado por una flecha activada por magia instantánea. Nadie pudo hacer nada por él, y el último, Gareth. Vaya que hirió a Darlakanand, pero su nivel de hechicero no fue suficiente para derrotarlo. Al debilitar la fuerza de Darlakanand, éste le respondió con un hechizo de hielo, dejándolo paralizado por el tiempo suficiente en el que fácilmente rompió en mil pedazos, provocándole una muerte sin piedad para remediar. Justo ahora nos encontramos frente al gran Darlakanand, Mike lanzándole una tras otra bola de fuego, lo único que me aterra es que se le acaben; todo tiene un límite.

     -¡23! ¡Invoco el hechizo del veneno de Rose en mi daga!- grita Dustin en cuanto ve el número que marca el dado que acaba de lanzar. El hechizo Rose es básicamente el aceite de una flor muy venenosa que habita en el bosque de las tinieblas, se puede usar en un arma o en uno mismo para aniquilar al enemigo o al menos hacerle un gran daño.

     -Hábilmente, el enano Dustin clava la daga envenenada de Rose en el cuello de Darlakanand, Mike no tiene piedad con esas bolas de fuego, pero, ¿Qué veo ahí? Darlakanand ha logrado liberar sus poderes lanzándole un hechizo al enano para defenderse de morir, el hechizo que ha lanzado es el de Blody Mary.- La narración de Eddie siempre es excepcional; el hechizo Blody Mary es la muerte segura. Dustin está por desangrarse por todos sus orificios si alguno de nosotros no hace algo.

     -¡Mike tira un puto 14!- le ordeno al chico a mi lado.

     -¡MIERDA!- grita Mike al darse cuenta de que el número en el dado es el 5, pésimo número para la situación de Dustin.

     -Vaya vaya, lo inútil que fueron tus movimientos, Caballero Mike, le están costando la vida al único ser que tiene la habilidad de destruir a Darlakanand, Lady Arrakis, sí no tiras al menos un 20, tú y tus pobres amigos estarán destruidos.

     -Me lleva la...

     -Sin maldiciones, por favor.- se burla Eddie. Ignoro que quiero arrancarle la cabeza y muevo el dado entre mis palmas que lo atrapan. Lo dejo caer cerrando los ojos por no querer ver qué cara nos dará; cuando todos gritan triunfantes me doy el valor de saber lo que viene para tres pobres guerreros a las garras de Darlakanand.

     -Camaleón, invoco el hechizo del camaleón- ordeno. Eddie sonríe a lo acertada que fue su predicción de hace unas horas.

     -Bueno elección, Lady Arrakis, o mejor dicho, ¿Enano Dustin? Arrakis toma el lugar del Enano, sacando de su mochila el hechizo que con el que por fin es asesinado Darlakanand, dejando correr con vida al Caballero Mike, Dustin "el despiadado" y su salvadora, Lady Arrakis.- Todos gritamos al unísono por haber ganado una vez más.

Dustin corre a mis brazos y me levanta levemente del suelo, aferrándose a mi cintura y yo a sus bien peinados rizos. Mike hace lo mismo y cuando mis pies al fin tocan el suelo, los chicos comienzan a empujarse y gritar tal cuales simios en cautiverio.

-Buen juego.- llega Eddie a mi lado. Le desvío la atención y regreso a la mesa de juegos a acomodar todo de regreso a su empaque.

-Gracias.- me limito a hablar. Entre menos comunicación tenga con él, más fácil será.