Capítulo XXXVI

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*ADVERTENCIA* éste capítulo contiene escenas +18, si eres sensible a ese tema, por favor sólo salta a partir de dónde he marcado ¡Disfruten!

Liv Buckley

La hora de salida por fin ha llegado; el almuerzo fue más ameno el día de hoy, pues Jason insistió que Billy se sentara con ellos, por mi parte no accedí, me sentiría más incómoda estar junto con personas que no son de mi círculo social.

     Eddie estuvo tranquilo, apenas cruzó palabra conmigo pero de lo que me di cuenta perfectamente, fue que Billy no le quitaba los ojos de encima, ni Eddie tampoco a él, y me aterra si quiera pensarlo, pero tal vez tuvieron una discusión o algo por el estilo, sin embargo, mi cobardía me prohíbe preguntárselo a alguno de los dos.

     Los chicos mencionaron la fiesta en la casa de la prima de Michael e insistieron en que fuera, les prometí que lo haría, después de todo, Billy debe estar por decírmelo, y como su novia, tendré que acompañarlo. Eso es lo que hacen las buenas novias.

Respecto a la dura confesión que le hice ayer, pareciese como si mis labios jamás hubiesen dicho ni una palabra, Billy no se portó de una manera extraña o distante, creo que todo lo contrario, intento ser cariñoso cada que podía, tomaba mi mano siempre que nos cruzábamos en los pasillos para cambiar de clase y me dio más besos en la frente que me fue imposible mantener la cuenta de cada uno de ellos. Es extraño.

-Liv, ¿Puedo hablar contigo?- una voz a mis espaldas me jala de los profundos pensamientos en los que nadaba; al darme la vuelta, rizos desordenados, avellanas brillantes y una sonrisa apenas marcada me reciben. Eddie está hablando conmigo.

-Cla... claro.- mis torpes piernas no responden para moverme, creo que, inclusive se me ha olvidado como respirar, por lo que disimuladamente, bombeo oxígeno manualmente; qué patética he de verme.

-Escucha, iré al grano... hace rato tú novio me amenazó, me dijo que me alejara de ti, dime, ¿le dijiste algo?- mierda.

-¿Billy te amenazó?- creí que esa etapa había terminado. Eddie asiente con la cabeza apretando sus labios e introduciendo sus manos adornadas con esos anillos que me estremecen la piel de solo mirarlos a los bolsillos de sus jeans. -¿Qué diablos le pasa?

-Solo, quiero asegurarme de que es bueno contigo; tú y yo estamos en una situación complicada, pero me preocupa la manera impulsiva en la que me demostró actuar por una ridiculez, por favor, Liv, si te sientes intimidada o hace algo en lo que no estés de acuerdo, dime, ¿bien?

     -Descuida, puedo cuidarme sola.- intento restarle importancia a la dulce manera en la que me habla casi olvidándome de que se supone que debe estar odiándome.

     -Lo sé, pero no te haría mal un poco de ayuda.- Asiento levemente con la cabeza acomodándome la mochila para seguir mi camino. -¿Iras a la fiesta de Martha?- pregunta cuando estoy por dar el primer paso lejos de la conversación que creía finalizada.

     -No sé, probablemente, ¿y tú?- trato de sonar lo más indiferente posible, aunque por dentro, esté quemándome por abalanzarme a sus brazos.

     -Tal vez.- se encoge de hombros y se despide con una cálida sonrisa apenas marcada. Le regreso el gesto y ahora sí, emprendo el paso fuera de la escuela para encontrarme con Billy; él no volverá a hablarle así a Eddie, de eso me voy a asegurar.




Eddie Munson

     -Se supone que no debería haber ni siquiera cruzado mirada con Liv, ¿y qué hice? Le ofrecí mi ayuda, soy tan idiota.- desde que charlé con ella respecto a Billy, los regaños e insultos por mi subconsciente me han perseguido hasta convencerme de que no debí hablarle.

𝕭𝖔𝖗𝖓 𝖎𝖓 𝕳𝖊𝖑𝖑 || 𝑬𝒅𝒅𝒊𝒆 𝑴𝒖𝒏𝒔𝒐𝒏 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora