—Es todo lo que tengo ahora —el joven puso el dinero sobre la mesa, mirándolo con algo de pesar.
Le había costado mucho conseguir eso, pues con lo que Alan le estaba descontando por su préstamo, no tenía ni en qué caerse muerto.
—Si te conociera más, tal vez sería paciente contigo, pero prefiero no arriesgarme —Richard tomó el dinero y lo comenzó a contar.
—No entiendo cómo se te ocurrió prestarme dinero si desconfías de mí —entrecerró los ojos.
Richard subió la vista hacia el rostro del joven; nunca escuchó un comentario tan malagradecido.
—De nada —dijo irónico, subiendo las cejas.
—Yo debería tomármelo personal —respondió indignado—. Leíste mi historia clínica, y aún así, me tratas como si no supieras nada de mí.
—No es como que me enorgullezca haber leído eso, ¿sabes?
—Pues de todas formas conoces mucho más de mí que la mayoría de personas.
—¿Y eso qué prueba? —sonrió.
—Que deberías confiar en que voy a pagarte todo, solo que ha sido difícil juntar el dinero. En serio quisiera terminar esto rápido, no me gusta tener deudas —bajó el rostro un segundo—. Y aún estoy muy agradecido porque me ayudaste.
Richard asintió.
Frotó la punta de su nariz con el dorsal de su índice y aclaró su garganta.
La misma tarde en que se encontrarían con Myles fuera de la fiscalía, el joven le confesó no tener el dinero suficiente y cuan desesperadas acciones había tomado para conseguirlo.Él no era un hombre precisamente gentil, pero ese caso le removió algo; no estaba seguro de si era empatía o solo lástima, pero cuando William comenzó a llorar frente a él, decidió prestarle parte del dinero faltante, condicionándolo a pagarle los tres mil dólares antes del término de un mes.
Fortus suspiró; quizá estaba siendo muy estricto después de todo.
—Puedo darte más tiempo para pagar, pero te juro que voy a perseguirte hasta que cumplas —apuntó al joven con una mano.—Me parece justo —soltó una corta risa, antes de subir la mirada.
El abogado guardó el dinero y se dispuso a salir de la pequeña oficina del cabaret, no sin antes pretender despedirse cortésmente del vedette.
—Tengo trabajo que hacer, pero en serio voy a buscarte, no me importa que tenga que entrar a este lugar más seguido.
—Qué sacrificado —Rose sonrió—. En ese caso, puedo pagarte de otras formas si quieres —tomó un pequeño mechón de su cabello y lo enredó en su dedo.
Richard soltó una corta risa; a veces no sabía hasta qué punto bromeaba el joven.
—Nos vemos luego, William —sonrió, acercando su mano para estrecharla con la del vedette.
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Neon Caress
FanfictionLa estrella de un cabaret, Axl Rose, se mete en problemas legales tras interesarse en un oficial de policía de pocos amores: Izzy Stradlin. Entre la interminable lucha del deseo y la justicia, alguno de los dos debe rendirse, pero, ¿quién tiene más...