53: La noche sin fin.

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La mañana en la que Izzy volvió a la estación de policía, estaba muy nervioso

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La mañana en la que Izzy volvió a la estación de policía, estaba muy nervioso.
Aún no tenía idea de cuándo llegaría el reporte de la fiscalía, pero cada vez se sentía más observado, como si sus compañeros estuviesen esperando el momento en el que corrompiera la carpeta de investigación, para así, atraparlo.

Su día había comenzado mal, desde que se dio cuenta que su arma no estaba, y ni siquiera se le ocurría en dónde pudo perderla.

Claro que le preocupaba, porque era peligroso que cayera en las manos de quién sabe qué loco.
Solo rogaba porque no ocurriera una tragedia con esa arma, porque en todo caso, él sería el del problema.

Hacía varios días que no veía a Steven, y le intrigaba un poco su ausencia.
No estaba seguro de si de su compañero estaba bien, pero sí sabía que seguía vivo, porque de vez en cuando, había algunos progresos en la investigación, o más específicamente, peticiones para nuevos interrogatorios en la fiscalía.

Esa mañana, se enteró que el padre de Saul, Anthony Hudson, iría a dar una declaración la semana siguiente.
Pero también se enteró de que el fiscal había solicitado un interrogatorio con Sharon E. Rose, y por supuesto, una nueva cita con William.

Antes que nada, Izzy se sintió ofendido, porque como siempre, el joven no le dijo nada acerca de su situación legal; aunque le preocupó saber que daría otra declaración, porque significaba que la fiscalía ya le había puesto un ojo encima.

Al estar en la estación, estuvo un rato recargado en el módulo de atención, conversando con una de las mujeres que atendían las solicitudes de denuncias.

Pocas veces se daba la oportunidad de hablar con más personas, pero en ese momento, surgió la oportunidad, y de paso, quiso averigüar lo que ocurría con su compañero.

—Sí, ya sabes, últimamente ha habido más trabajo en todos los departamentos; creo que no había visto tantas denuncias por asaltos, desde que llegué aquí —Izzy bajó la vista un segundo, hacia unos archivos que había sobre el escritorio.

—Hay temporadas donde todo se vuelve más inseguro, creo que podríamos sacar una media del incremento de denuncias en los últimos años, y coincidiría en que parece que cada vez trabajamos menos —respondió, con un toque de humor en su voz.

Izzy rio a lo bajo.
—Yo también lo creería si no viera cómo es que se trabaja aquí.

—¿Crees que mucha gente tenga la impresión de que no hacemos nada? —entrecerró los ojos.

—Sí —volvió a reír—. Cuando era niño, creía que podría cambiar el incompetente trabajo de la policía —dijo burlesco—. Y bueno... claramente estaba muy equivocado. En Lafayette, solían decir que el problema de delincuencia era culpa de la policía, así que crecí creyendo eso, hasta que entré a trabajar. Por eso sé que las personas piensan que no se hace nada aquí, y tal vez en algunos casos tengan algo de razón —bajó la voz en la última parte, cuando su conciencia lo carcomió.

Neon CaressDonde viven las historias. Descúbrelo ahora