Esa tarde, Saul salió del trabajo más temprano de lo habitual, por lo que le pareció buena idea invitar a su esposo a comer.
Desde hacía algunos meses ya no tenían planes juntos, de hecho, evitaban a toda costa compartir su tiempo.
Inclusive, no se habían dirigido la palabra desde que regresó de su viaje de negocios. Eso le era irritante, porque William jamás mostraba interés en saber de él; pero Hudson quiso dejar atrás todos los problemas maritales que llevaban acarreando desde hacía mucho.
Así, se dirigió al cabaret para recoger a su esposo.
William practicaba pole dance todos los miércoles por la mañana. Llevaba con eso desde los 15 años, así que ya era lo suficientemente bueno como para dar shows interesantes.
Aún así, él era consistente en sus prácticas que duraban horas.Esperó alrededor de diez minutos, hasta que lo vio salir del establecimiento, y tocó el claxon para llamar su atención.
Cuando William entró al auto se mantuvo en silencio, sin siquiera mirar por la ventana.
—Te ves muy bien —dijo Saul, en un intento por conseguir que su cónyuge hablase.
—Gracias —se limitó a responder.
Aún estaba molesto por su última discusión. Aunque las heridas ya habían sanado, William seguía resentido por todo lo que Saul le había dicho semanas atrás.
—Hice una reservación en el restaurante que tanto te gusta, hace mucho que no vamos y pensé que esta era una buena oportunidad —aclaró su garganta.
El joven frunció el ceño, sin desviar la mirada de la ventana. —¿Ahora vas a jugar al buen esposo?
Saul inhaló profundamente, subiendo el pecho por un momento.
—No quiero iniciar esto ahora, estoy intentando ser detallista de nuevo. Así que si solo vas a hablar para pelear, mejor no digas nada.Por un segundo, William estuvo a punto de replicar y defender su libertad de expresión, pero luego se dio cuenta de lo innecesario que era desgastarse en otra pelea sin rumbo.
A veces se preguntaba porqué ya no amaba a Saul, habían pasado cosas buenas pese a su carácter violento, y sabía que su esposo estaba dispuesto a hacerlo todo por él, con la excepción de controlar sus arranques de ira, que cada vez lo hacían querer estar más lejos de Saul.
Pero se aferraba a la idea de que en algún punto, volvería a amarlo como solía hacerlo.Mientras tanto, Hudson detuvo el auto tras encontrarse con la luz roja del semáforo.
Miró a su esposo fijamente; le gustaba mucho su nariz respingada que sobresalía de su perfil, y la forma en que su cabello anaranjado se ondulaba a partir de medios a puntas. Era atractivo como los dioses, pero su personalidad ya no le encantaba.Desde hacía aproximadamente un año, Saul se dio cuenta de que su forma de ser ya no calzaba con la de William, y se cuestionó si alguna vez fue así.
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Neon Caress
FanficLa estrella de un cabaret, Axl Rose, se mete en problemas legales tras interesarse en un oficial de policía de pocos amores: Izzy Stradlin. Entre la interminable lucha del deseo y la justicia, alguno de los dos debe rendirse, pero, ¿quién tiene más...