Axl se ató el cabello por unos minutos, mientras terminaba de perfumarse y agregar brillos a la piel de su pecho.
Estaba emocionado por volver al escenario; se había preparado mucho para hacer un buen número, tanto en sus movimientos, como en su voz.
Aún le causaba inseguridad su voz desgarrada, pero tendría que aceptarlo, porque esa era su nueva realidad.
Días antes, trabajó con su psicóloga el tema de su seguridad. Nunca creyó que necesitaba hablar al respecto, porque pensaba que si encontraba hermoso su reflejo, entonces tenía buena autoestima.
Vaya que estaba equivocado, porque ni su rostro bonito, hacía que se valorara a sí mismo.
Mencionó ciertas cosas de su nueva apariencia que no le gustaban, como su abrupta delgadez, la cicatriz, y el miedo a no ser tan atractivo como antes.
La tarea de esa semana, fue usar ropa más ajustada en su casa, porque era necesario que se sintiera cómodo para dar el primer paso.
Su inseguridad creció después de sus encuentros con Izzy, pues ya no le decía que se veía precioso, ni que parecía un dios, con las mismas prendas que usaba antes.
No iba a obligarlo a que le hiciera cumplidos, pero pensó que querer un "que bien te ves", no era pedir demasiado.
No tuvo el coraje de decirle, porque suplicar por cualquier frase bonita, ya no era su estilo.
Había cambiado, un poco al menos, y se sentía mejor con su pequeño progreso.
Aún no era feliz, pero ya no veía la vida de color negro, y quería seguir adelante, convertirse en una mejor persona, y apreciarse como nunca nadie lo había amado.
El problema, era que Izzy también cambió, y a veces sentía que el ex oficial peleaba contra él, para ver quién mejoraba primero.
William no estaba compitiendo, porque entendía que cada uno iba a su paso, y no quería nada más, que ver feliz a Izzy; aunque parecía que el contrario no buscaba lo mismo.
No era grosero, así que no había razón para dejarlo.
Además, estaba muy tranquilo de saber que habían sobrellevado la problemática, y solo le quedaba esperar un poco más, para que al fin quisiera regresar con él.Se miró al espejo un momento; el gran paso era volver a ponerse su lencería, y salir al escenario, como si no tuviese miedo de que los clientes lo insultaran porque ya no tenía buen cuerpo.
Llevaba un conjunto negro de dos piezas, con encaje y transparencias.
Era un ropaje de líneas finas, que le favorecía porque no lucía como un rectángulo, ya que daba la ilusión de una cadera un poco más ancha.
Se miró de lado en el espejo, y luego de frente de nuevo.
Estaba mal, su cuerpo lucía mal; por primera vez, no quería salir porque se sentía horrible.
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Neon Caress
FanfictionLa estrella de un cabaret, Axl Rose, se mete en problemas legales tras interesarse en un oficial de policía de pocos amores: Izzy Stradlin. Entre la interminable lucha del deseo y la justicia, alguno de los dos debe rendirse, pero, ¿quién tiene más...