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Los tres jóvenes habían llegado finalmente hasta el salón del consejo, siendo sus puertas abiertas por los guardias. Se adentraron en el salón donde estaban todos los Lord's reunidos, haciéndole una reverencia al rey y a los dos príncipes qué lo escoltaban.

Dentro de esa habitación estaban todos los lords de diferentes casas, incluyendo a Otto Hightower el cual veía a su nieto con una sonrisa en su rostro. El platinado tuvo qué disimular una mueca al notarlo, caminando a su puesto en la esquina de la mesa.

— Los príncipes Jacaerys y Lucerys Velaryon representarán a su madre, la princesa Rhaenyra y a su abuelo, el Lord Corlys Velaryon. —aclaró viendo a sus sobrinos sentándose en la mesa del consejo junto a los demás Lores, siguiéndole después de unos segundos.— Realice esta reunión con demasiada prisa para avisarles qué en cuatro días todo nuestro ejército partirá hacia Winterfell.

Todos los presentes, excepto dos jóvenes, se vieron entre sorprendidos y confundidos sin saber exactamente qué contestar.

— ¿Se podría saber la razón de tan repentina acción, mí rey? —se atrevió a preguntar su abuelo.—

— Por una guerra, no es obvio? —apoyó su codo en la mesa y luego su mejilla contra su mano, mirando a su abuelo aburrido.—

— Esto es una burla. —se rió divertido Lord Lannister, levantándose de su lugar con sus puños golpeando la mesa.— ¿Realmente van a dejar qué un niñato sin ningún tipo de experiencia en guerra nos mande a una? ¿A caso están dementes?

Aegon miraba en silencio al hombre rubio, tranquilo, una reacción muy contraria a la de su sobrino mayor quién imitó al hombre rubio y lo señaló enojado.

— No se atreva a hablar de esa forma de tu rey, retractate. —aunque el tono del castaño fue de enojo y advertencia, el hombre solo rió.—

— Simplemente lo defiendes porqué es igual de bastardo qué tú, niño idiota.

Ambos Velaryon intentaron aventarse sobre el hombre, siendo detenidos por Criston Cole y sir Erryk, los cuales eran los únicos guardias presentes. Los castaños luchaban por soltarse y acercarse al hombre, el cuál gracias a estar insultando a ambos Targaryen no se dio cuenta de qué tenía al único platinado del salón detrás suyo.

Todos se quedaron completamente callados cuando el rey tomó por los cabellos al hombre y estrelló su cabeza contra la mesa, sacando un jadeo adolorido del mismo para luego tomar su daga y clavar la misma en su ojo derecho. Lucerys tuvo qué disimular una arcada al ver esa imagen, negándose a tomar su asiento el cual se ubicaba frente al hombre.

— ¿Alguien más aquí presente tiene dudas o preguntas para hacer? —preguntó despreocupado Aegon, limpiando su daga con su propia ropa, sonriendo de medio lado cuando todos se quedaron callados.—Eso creía, mañana a primera hora yo junto a los príncipes Velaryon y la princesa Heleana saldremos a Winterfell en nuestros dragones, mientras qué ustedes estarán preparando absolutamente todo para llevar la próxima luna llena.

Los hombres asintieron algo perturbados por el cuerpo sangriento del hombre en la mesa.

— Pueden retirarse, y Sir Criston, hágame el favor de entregarle a Sunfyre su cena.

Cuando el rey dio por terminada la reunión, los viejos hombres no tardaron en salir apresuramente de la habitación siendo seguidos de los dos capas blancas, quedando únicamente el rey y sus sobrinos.

Aegon hizo una pequeña mueca con sus labios cuando notó cómo Luke agachaba su cabeza y su labio inferior temblaba cómo sí tratara de evitar su llanto y Jace estaba en la misma situación, aunque con sus puños apretados fuertemente a sus costados. Sin saber realmente cómo actuar el platinado se acercó a ambos, mirándolos con la cabeza un poco ladeada.

Fuego Helado (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora