LUCA VIII

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Por qué tiene que ser tan cabeza dura y darle tantas vueltas a esto? Aunque le he explicado mil veces sigue sin querer entender, está empeñado en pelear conmigo.

- ¿Es que no entiendes que es mi exnovia? -me pregunta. Es la cuarta o quinta vez que me pregunta eso, ¿creerá que soy idiota o qué? Si hay algo que tengo completamente claro es que es su exnovia.

-El que no entiende nada aquí eres tú. Tan solo hablaba con ella, ¿qué hay de malo en eso? - Sé que no solo hablaba con ella, me la comía con los ojos, pero qué se supone que le diga.

- ¿Cuán imbécil crees que soy? -está realmente enojado, y eso solo me molesta más. –Tú no hablas con ninguna chica jamás- No puedo negar que tiene un grandísimo punto, me conoce lo suficiente como para saber que no ando por ahí hablando con cualquier persona.

-Bueno resulta que estoy aprendiendo, deberías estar orgulloso- Estoy provocándolo, lo tengo demasiado claro, pero no puedo detenerme. Me está reclamando por Lexi, como nunca se ha preocupado por Rose, y me está comenzando a molestar la verdadera persona que es Thomas, la persona que quizá no he querido ver.

-No aprendas con mi puta exnovia- me lanza. He visto a este hombre enojado varias veces, pero nunca como ésta. Creo que podría golpearme en cualquier momento, y la verdad creo que estoy en desventaja; por suerte para mí Rose entra a la cocina, sin darse cuenta de que podría cortarse el aire con una simple lima de uñas en este momento.

-Hola chicos, ¿comemos? -pregunta, adorable y contenta. Rose no se merece al imbécil que tengo al frente, que me mira, como regalándome un poco más de vida antes de retirarse de la cocina a todo motor. - ¿Qué le pasa? -me pregunta su novia.

Suspiro, me vendría bien hablar con alguien sobre esto; pero dudo que ella sea la indicada. ¿Cómo le explico que su novio está celoso porque decidí conversar con su exnovia? No quiero que tengan más problemas, y esto es algo que tenemos que solucionar él y yo. Involucrarla solo empeoraría todo, y no necesito eso ahora.

-Ya sabes cómo es-digo girándome para que no note que estoy mintiendo. –Temperamental.

-Es por esa chica, ¿no? La chica de la playa-me pregunta poniéndose frente a mí. Me toma por sorpresa y abro los ojos sorprendido. –No soy tan estúpida Luca.

Jamás he creído que lo sea, todo lo contrario; pero pensé que quizá existía la posibilidad de que no se hubiese dado cuenta de nada, lo que no deja de tener razón, es tratarla como estúpida.

-¿Qué sabes?-le pregunto, es mejor que ella me diga, a que yo pise en donde no debo. De hecho, sé que las mujeres a veces fingen saber cosas para sacar información así que no pienso decirle nada hasta saber qué es lo que ella sabe o no.

-Que tú te la comes con los ojos-señala. Bueno, no miente. Ese es un hecho que podemos dar por sentado desde el día uno que Lexi apareció en mi vida. –Y que mi novio no puede tolerarlo por algún motivo- se sienta frente al mesón en donde yo estoy cortando la carne, y me mira fijamente.

-Rose, deberías hablar con él-intento deshacerme de este problema, porque no me corresponde hacerme cargo de el.

-No me va a decir nada y lo sabes. Y estoy harta de ser la novia tonta. Así que, por favor, dime-me suplica. El problema central aquí es que, de hecho, Rose me cae muy bien, hasta podría decir que le he tomado cariño. Y me está poniendo en una posición increíblemente difícil. Es en estos momentos cuando me cuestiono qué es realmente ser leal con alguien.

-No creo que me corresponda a mí...-intento justificar. Contarle, solo me traerá más problemas con Thomas, ahí definitivamente me matará. Pero Rose se merece también saber con quién está, donde está parada. Al menos yo querría saberlo si fuese ella.

-Luca, por favor-me ruega, nuevamente. Suelto el cuchillo y la miro. Se ve realmente compungida, y odio como siempre Thomas la hace sufrir. Odio tener que ser yo el que habla con ella, pero se merece saber las cosas.

-Es su ex novia-suelto.

Miro su reacción, pero es casi nula. Simplemente se arregla el cabello detrás de la oreja y me mira, esperando que diga algo más. Pero ya he dicho suficiente así que tomo el cuchillo y sigo cortando, fingiendo que no sigue sentada frente a mí como una periodista desesperada.

-¿Te gusta su ex novia?-pregunta sobresaltándome.

Vuelvo a dejar el cuchillo, porque estoy seguro de que en algún momento voy a terminar cortándome el dedo, y la verdad soy bastante cobarde cuando se trata de sangre. –No me gusta, porque no la conozco.

-¿Te atrae su ex novia?-reformula, no tiene ninguna expresión en su rostro, y eso me asusta.

Suspiro. –Sí, pero eso es todo. No estaré con ella, es su exnovia, ya lo he entendido, no me meteré ahí.

-¿Por qué no?-pregunta realmente curiosa. ¿Bromea? ¿No tienen las chicas códigos también? ¿O es una especie de plan para que Thomas se olvide de ella? ¿Para alejarla? Suena como un buen plan para mí, puedo sacrificarme.

-¿Es en serio Rose?-ya he abandonado por completo mi tarea de cortar la carne, porque no puedo concentrarme en tantas cosas a la vez.

-No, lo digo en serio-explica poniéndose de pie. Rodea el mesón y se acerca a mí. Me quita el cuchillo y me desplaza con suavidad apoderándose de la tabla. –Es su exnovia, sí. Pero él la dejo según tengo entendido. ¿Es Lexi no?-comienza a cortar la carne y yo asiento. –Bueno, según lo que él me contó, él la dejó. Han pasado más de tres años, no veo por qué sería un problema.

No sé si me sorprende más su respuesta o el hecho que está cortando la carne perfectamente al mismo tiempo que me explica por qué debería estar con la exnovia de su novio. Las mujeres realmente son superiores.

-Bueno, como ves, él no piensa lo mismo-señalo lo obvio, pero me arrepiento.

-Eso es porque Thomas cree que todo es de él. Sobre todo las mujeres, como si fueran cosas, ¿sabes?

Asiento aunque no estoy seguro a qué se refiere.

-Por ejemplo, yo. Ambos sabemos que no me quiere tanto como yo a él-levanta la cabeza de su trabajo y me sonríe, aunque a mí se me acaba de partir el corazón al escucharla reconocer eso. –Pero igualmente no quiere que yo esté con nadie más. No le gusta que me miren, porque soy de él. Por eso se comporta así, porque es SU exnovia, SU propiedad.

Me da una pequeña sonrisa y continúa cortando la carne. -¿Por qué estás con él?-le pregunto. Es primera vez que tenemos una conversación así y me sorprende lo claro que tiene cómo son las cosas. Me sorprende lo madura que es y al mismo tiempo me provoca unas ganas sobrehumanas de protegerla y pedirle que corra hacia cualquier otro lado lo más rápido que pueda. Thomas no la merece, y Rose merece, sin duda alguna, algo mejor.

-Prefiero tener poco de él, que no tener nada.

-¿Sabes que eso está mal?

-Sí, pero no estoy lista para salir de ahí todavía-sentencia. Siento pena por Rose en este momento, tanta que odio a Thomas profundamente. En todos estos meses que llevan juntos, él siempre la ha tratado así, como una cosa. Y solo he sido capaz de verlo ahora que ella me lo ha señalado. ¿Será que no lo he querido ver? ¿O no he sido capaz de darme cuenta? No quiero convertirlo en el villano, mal que mal es mi amigo. ¿Pero qué dice de ti que dos mujeres de las que han estado contigo se hayan sentido mal y pasadas a llevar? ¿Y qué dice de mí, el hecho de que sea su amigo? 

EL SOL EN TU PIELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora