LUCA XXX

15 5 0
                                    

-Debieses simplemente haber respondido-me observa, entre divertida y preocupada, como si fuese algo completamente fácil.

-No es tan simple Rose-recibo el plato que me tiende y comienzo a secarlo mirando el infinito.

-Claro que sí. También te amo, yo igual, te amo Lexi; no es tan difícil.

Dejo el plato seco sobre el mesón y la miro mientras recibo el siguiente. Quiero decirle que está equivocada, que sí es tan difícil, que es casi imposible para mí; pero a quién intento engañar, ella tiene razón, no es tan difícil. Solo soy un estúpido.

-Bueno, lo haré.

-¿Cuándo?-me mira inquisitiva, parece mi madre cuando me preguntaba cuándo haría mis tareas para la escuela.

-¿Sabes? Era más agradable cuando no vivías aquí-bromeo sonriendo.

-Al menos ahora tienes platos limpios-replica, sonriendo, pero sin mirarme. La verdad, tener a Rose aquí ha sido casi igual que no tenerla, pero con la diferencia de que efectivamente todo está limpio y ordenado. El refrigerador siempre tiene comida, todo huele bien, e incluso creo que ha decorado un poco, pero no estoy muy seguro.

-No me quejo.

-Vamos Luca-dice apagando el agua y girándose para mirarme, mientras se apoya de brazos cruzados sobre el mesón. -¿Por qué no se lo has dicho aún?

-No soy bueno para esas cosas supongo-me encojo de hombros y me giro para guardar los platos, y además evitar su mirada.

-¿Realmente piensas que creeré ese argumento que dan todos los hombres para hacernos creer que no saben lo que sienten?

La observo un par de segundos. No me da un solo respiro. -Sí.

-No te creo. Te he visto coquetear con Lexi, te he visto comértela con los ojos, te he visto suspirar por ella; no creo que sea ese el problema. Creo que de hecho eres bastante bueno con los sentimientos.

Es lamentable para mí, pero Rose es excesivamente detallista y preocupada; y mal que mal, estuvo allí cuando vi a Lexi por primera vez, en aquella playa, cuando se acercó dudosa a Rose para que le pusiera protector solar. Ha presenciado el nacimiento de mi amor por ella. Sabe bien cómo me siento, también yo.

Suspiro y me apoyo en el mesón frente a ella, dejando el paño de cocina a mi lado. -Es solo que...-pienso antes de continuar. Sé bien qué es, pero no puedo decirlo en voz alta, no a ella al menos; no quiero preocuparla. -... siento que no puedo cuidarla- lo digo porque ya no puedo más, y necesito hablar con alguien.

-¿De qué hablas? -sus enormes ojos me escrutan.

-Si le digo que la amo, eso es algo muy serio; y no sé si puedo vivir acorde a esas palabras; si puedo protegerla como lo haría quien la ama.

Ladea su cabeza confusa, pero sobre todo, preocupada. No lo he dicho textualmente, pero sabe a lo que me refiero. Thomas. No le he contado, ni a ella ni a nadie, que lo he visitado; y que desde entonces no puedo dormir tranquilo, ni comer en paz, no puedo siquiera disfrutar estar con Lexi como lo hacía antes, porque me preocupa que de pronto vaya a aparecer para hacerle daño. He arruinado yo mismo mi felicidad con ella.

-Quizá te preocupas un poco de más-me regala una media sonrisa maternal. -Está todo bien Luca.

-No estoy tan seguro como tú.

-Lexi puede cuidarse. También yo. No necesitas estar salvando a todos ¿sabes? Lexi no espera que seas su héroe ni nada por el estilo.

Asiento en silencio, porque no tengo muchas ganas de continuar con la conversación. Creo que sí debo protegerlas a ambas, sobre todo luego de que he sido yo quien ha provocado todo esto. Si tan solo me hubiese mantenido lejos de Lexi cuando tuve la oportunidad... Si tan solo la hubiese escuchado un poco más.

Mierda, jamás habría podido mantenerme lejos de ella. No desde que vi el sol en su piel.

Sin embargo ahora debo vivir con ello, debo ser capaz de mantenerla a salvo; y luego de mi visita a Thomas no me queda absolutamente ninguna duda de que está demente. ¿Cómo podría decirle que la amo cuando es probable que haya provocado a Thomas mucho más de lo que era necesario?

¿Cómo mierda es eso cuidarla y quererla? 

EL SOL EN TU PIELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora