EL SOL EN TU PIEL

LUCA XXV

Me despierto unas horas después cuando siento cerrarse una puerta; casi por inercia, y porque estoy un poco dormido, me lanzo de la habitación hacia afuera, listo para afrontar el peligro y defender a Lexi.

Cuando Steph y Amara me ven se sorprenden, y yo bajo mi guardia rápidamente. -Perdón-digo frotándome los ojos. -Me quedé dormido y me asusté cuando llegaron.

No sé por qué estoy dando explicaciones si no he hecho nada, pero ambas parecen divertirse con mi explicación. Al menos estoy vestido.

-Me alegra que hayas vuelto Castelli-dice Amara sonriente, y se deja caer sobre el sillón. Cierro la puerta de Lexi para no despertarla, necesito que descanse, que duerma todo lo que sea posible. No quiero volver a verla triste, ni preocupada, no quiero ver lágrimas en sus ojos; solo luz.

Steph se acerca cariñosa como siempre y me abraza, muy fuerte; como si ya fuésemos algo muy cercano. Supongo que es bastante probable dado que estoy enamorado de su mejor amiga, y ella de mi mejor amigo. Creo que eso automáticamente nos convierte en algo cercano.

-¿Está todo bien entre ustedes?-me pregunta preocupada.

Asiento y me coloco al lado de Amara. -Creo que sí. No lo sé, no estoy seguro- Aún no estoy del todo despierto, y la verdad me ha costado muchísimo procesar todo lo que Lexi me ha contado sobre su historia con Thomas.

-Si Lexi dice que sí, es porque sí están bien-me señala Amara sin levantar la cabeza de su teléfono.

-Entonces supongo que sí. Aun así, estoy un poco preocupado.

No tengo idea por qué estoy haciendo esta catarsis con sus amigas a estas horas de la noche, pero la verdad, creo que necesito un poco de ayuda. Después de todo lo que me ha contado Lexi he intentado dejar de lado mi preocupación, pero no lo he logrado, todo lo que ocupa mi cabeza en este momento es preocupación por ella, y culpa; mucha culpa. Ella se ha dormido sobre mi pecho, y entre sueños ha llorado; lo que solo ha aumentado mi angustia, me pregunto si antes de conocerme también lloraba soñando, o si quizá sólo reía. Necesito ayudarla, pero no se bien cómo.

Steph se sienta frente a mí, cual sicóloga, lista para escuchar. Amara en cambio sigue pegada a su teléfono, pero sé bien que está atenta, aunque lo oculte.

-Me contó todo lo que pasó con Thomas, sus ataques de pánico... Me preocupa ser yo el que está devolviendo todas esas cosas a su vida-explico, conciso.

-Thomas es adulto Luca, tu no lo estás devolviendo a ninguna parte, él decidió volver a la vida de Lexi, para arruinarla otra vez-señala Amara, que ha dejado el teléfono para hablarme. Su maquillaje está un poco corrido, y se ve levemente aterradora.

-Pienso lo mismo-opina Steph. -Creo que habría vuelto de una forma u otra, porque es su forma de relacionarse con las personas, de torturarlas. Podría haber sido esto, o quizá que se hubiesen cruzado en el supermercado, cualquier cosa; él solo necesitaba una excusa para volver a estar cerca de ella, para hacerse notar.

-Pero la excusa se la di yo-señalo, mirándolas.

-En realidad sí...-dice Amara honesta, bajo la mirada penetrante de Steph que parece señalarle que no hable. -Pero si él fuese una persona normal, o a lo menos maduro, no habría reaccionado como lo hizo. Y eso es enteramente su responsabilidad y la de nadie más.

-¿Y qué hago ahora?

-No la dejes-responde Steph demasiado rápido. -¿La quieres?

-Sí-respondo, sin pensar. Por supuesto que sí.

-¿Cuánto?- Pregunta Amara. Steph le lanza una mirada asesina. -Pregunto en serio, porque esto se está complicando, y necesito saber si estás aquí o no. ¿Cuánto?

-Lo suficiente para pegarle a mi padre, y para renunciar a mi trabajo. La quiero lo suficiente para seguirla a donde sea...-debo estar completamente ebrio, pero no he bebido nada. Porque aquí estoy expresando todos mis sentimientos a sus dos mejores amigas, en vez de ella. -Estoy loco por ella, nunca antes en mi vida he deseado tanto algo como estar con ella, abrazarla, verla. La quiero... Simplemente la quiero.

Se hace un silencio y me doy cuenta de que seguramente, estoy dando vergüenza en este momento, pero no me importa. Quiero a Lexi, y no puedo ocultarlo.

-Me vas a hacer llorar-dice Amara golpeándome. Se está riendo, pero en el fondo sé que se ha conmovido.

-Entonces no la dejes Luca, quédate con ella. Solo así todo valdrá la pena-dice Steph sonriente. -Sólo así Thomas ya no ganará.

Asiento en silencio, mirando a una y a otra a turnos. Tan diferentes, tan opuestas, pero tan fieles. No tengo dudas cuando Lexi dice que sin ellas no se habría levantado, no tengo absolutamente ninguna duda de que harían cualquier cosa una por la otra. Y eso me encanta, porque en eso nos parecemos. Sé que Lexi está segura con ellas, que pase lo que pase, ellas la ayudarán y la levantarán.

-No pienso dejarla, pero quiero cuidarla-les informo.

Ambas se miran. -Tan fácil no está-señala Amara mirando a su amiga, pasándole la palabra. Steph se toma unos segundos antes de hablar.

-Rose dice que Thomas la sigue, que incluso la ha seguido aquí. Pero el otro día yo vine a verlas y estaba Thomas en el estacionamiento, aunque Rose no había venido ese día.

-Lo que significa que está siguiendo a Lexi-concluyo. Era lo único que faltaba, que el psicópata ese esté acosando y persiguiendo a Lexi y a Rose, como si no tuviese nada mejor que hacer con su vida.

-Voy a matarlo.

-Sin duda resolvería cosas...-dice Amara, pero se queda callada al ver la mirada de Steph.

-No Luca, no solucionaría nada.

-Pero algo hay que hacer, no podemos dejar que las esté siguiendo a todas partes, podría hacerles daño-estoy no enojado, tampoco furioso, estoy casi descontrolado. Si lo viese en este minuto, lo mataría. Y no tendría culpa. Créanme que podría dormir perfectamente por las noches sabiendo que lo maté, no me quitaría el sueño ni un poquito.

-Creo que lo mejor es dejarlo pasar, y que se aburra. No se acercará a Lexi en la escuela, así que ahí está segura, y es probable que tampoco se acerque aquí si ella está acompañada. Y respecto de Rose siempre estamos en comunicación con ella, así que sabremos si pasa algo-me informa Amara. Parecieran tener todo bajo control, pero no me siento para nada tranquilo. Por ejemplo, esta noche han dejado sola a Lexi, y solo he llegado yo de casualidad; sino habría estado sola muchas horas, tiempo más que suficiente para que Thomas le hubiese hecho algo.

-Creo que es momento de que este sillón se convierta en mi cama-sentencio. Si Lexi no puede estar sola entonces tendré que venirme a vivir aquí, no veo más opciones.

-No creo que sea una buena solución-se ríe Steph. -Debo irme, Esteban me está esperando; pero estaremos en contacto Luca, no te preocupes. Haremos lo posible por protegerlas.

Ese es justamente el problema, "lo posible" no es suficiente.

-Anda a dormir Castelli-me ordena Amara. -Yo iré a ver tu video un par de veces más, el remix, donde le pegas a tu padre unas veinte veces por segundo, es mi favorito.

Quiero reírme, pero no tengo ánimo. Como dije, lo único que tengo es preocupación.