LUCA XXVI

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-¿Entonces no te molesta que me vea con él?-vuelve al ataque. Lexi es persistente, le voy a conceder eso.

-¿Por qué me molestaría?-intento no enganchar mucho con esta conversación, porque sé podría terminar mal.

-¿Cómo sabes que somos solo amigos?

La miro de reojo y me hace sonreír, a veces es una niña chica, otras veces una mujer adulta. Ahora parece una adolescente en su primera relación, me provoca ternura. -Porque tú me lo dices-le respondo. -Pero dado que planteaste el tema, creo que es mi momento para decirte que al menos de mi parte, espero que seamos exclusivos. Yo no estaré con nadie más, y espero que quieras lo mismo.

Se sonroja, y mira por la ventana hacia afuera, desviando su mirada y atención de mí. No he creído que sea necesario hablar de este tema, pero siempre es mejor dejar las cosas bien claras, y con tanta pregunta sobre Cole, me ha puesto un tanto nervioso, pero debo disimularlo.

-También quiero eso-responde tímida. Sonrío, esa es la única respuesta que necesitaba escuchar. El resto podré tolerarlo. Por supuesto que sí me molesta un poco Cole, me molesta porque no es honesto con ella, y no creo que eso lo convierta en un amigo de verdad; porque siempre verá las cosas respecto de ella de forma parcial; pero al mismo tiempo es algo en lo que no me meteré, salvo que sea necesario.

Mientras Cole no intente nada con ella a mis espaldas, me mantendré al margen e intentaré darle a Lexi los mejores consejos que pueda, al menos los que considere que sean lo mejor para ella. Pero jamás la haré elegir, porque entonces sin duda la perderé. Tengo fe de que de alguna forma u otra la situación con Cole puede manejarla sola.

-¿Debiese preguntarle si siente algo por mí?-me pregunta de repente cuando estacionamos afuera del restaurante en el que se van a juntar, de pronto se ve un tanto nerviosa.

-No creo, supongo que esa conversación tendría que nacer de él. Sino solo lo pondrás en una situación incómoda.

Lexi asiente, asimilando mis palabras. Me encanta que me pida consejo, me encanta que me vea como alguien que es parte de su vida, alguien en quien confiar. Me encantaría decirle que lo afronte, que le pregunte, que lo ponga en esa situación incómoda, para de una vez por todas saber qué sucede entre ellos. Pero Lexi pareciera estar en una situación emocional un tanto inestable, y lo que menos necesita ahora es más drama. Espero que puedan resolver su pelea hoy, eso es suficiente.

Antes de bajarse del auto me besa. Y no es un beso corto, ni uno rápido, es un beso largo y apasionado; un beso que me confirma que sólo quiere estar conmigo como ha dicho hace algunos minutos, me da confianza. Me la llevaría de vuelta a su cama y no la dejaría salir más de allí, pero sé que necesita hablar con Cole.

-Lexi, si no te bajas del auto, te voy a secuestrar-le informo, alejándome un poco de ella. Como si quisiera jugar conmigo vuelve a besarme y me muerde el labio sonriendo; no tiene idea lo que es capaz de provocar en mí.

Luego se baja del auto como si nada hubiese pasado, mientras yo me tomo un par de segundos para enfriarme mientras la observo entrar al local. Esta mujer me está volviendo loco.

Toco el timbre y espero que me abran la puerta mientras reviso mi teléfono para ver si Lexi me ha hablado, pero no es así. Lamentablemente para mí, no me ha necesitado aún. Me provoca un poco de tristeza, y un tanto de celos; pero no puedo hacer más que esperar.

Rose abre la puerta y al verme sonríe. -Traigo donuts-le informo mostrándole la caja. Me abraza y luego se mueve para dejarme pasar.

Al entrar veo que tiene todo su living convertido en una zona de deportes, con colchonetas, pesas y otros instrumentos. -Me quita la ansiedad-me informa mientras se pone algo encima de su ropa deportiva. -Si me hubieses avisado que venía al menos me habría duchado.

EL SOL EN TU PIELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora