-¿Crees que pase algo?-pregunto mientras ayudo a Amara a ordenar un poco su habitación, estoy ansiosa y necesito mantener mis manos ocupadas.
-No lo sé Lex-responde cortante y me lanza un par de calcetines sucios. Los agarro con cuidado sin esconder mi cara de asco, lo que la hace sonreír un poco y los tiro en el cesto de ropa sucia.
-Pero ¿qué más dijo?
Amara me mira suspirando, sin esconder su molestia. Le he preguntado miles de veces lo mismo en los últimos diez minutos, pero aún no consigo suficiente información como quisiera. -Ya te lo dije. Solo preguntó si podía dormir hoy aquí, dije que sí, eso es todo.
Asiento, es la misma respuesta que me ha dado todas las veces anteriores, y aun así sigo intentando encontrar alguna clase de contenido diferente, una clave secreta, una señal. Steph no suele aparecer así aquí, menos desde que vive con Esteban. Si necesita dormir aquí, probablemente es porque ha pasado algo entre ellos, y eso me asusta.
-¿Por qué no te relajas?-me pregunta Amara mirándome divertida.
-No soy capaz de tolerar más penas de amor-replico. -Con la mía es suficiente.
-No seas exagerada, podría simplemente querer estar con nosotras una noche-mucho antes de que pueda responderle ella misma se retracta. -No, si suena raro, tienes razón.
El timbre suena y estoy lista para correr a abrir la puerta, pero mi amiga me detiene con la mano. -Yo voy, no necesita un interrogatorio apenas cruce la puerta.
Tiene razón, pero estoy preocupada y no puedo evitarlo; tengo una especie de estrés post traumático luego del último rompimiento de Steph y no quiero verla sufrir. Escucho como Amara camina hacia la puerta y la abre, y entonces salgo de la habitación y me dirijo hacia allí como si no estuviese esperando hace horas su llegada, intentando parecer casual.
Apenas la veo, mientras Amara la abraza, noto que sus ojos están completamente hinchados, y sin duda ha estado llorando. Sé que debiese contenerme, que debiese darle espacio para hablar cuando lo necesite, pero no me gusta ver a mis amigas llorar.
-Steph-me meto en su abrazo. -¿Qué ha pasado?
No llora, pero solo porque pareciera haberse quedado ya sin lágrimas y me mira con tristeza, mientras se suelta de nosotras para arrastrar su maleta hacia el living.
Maleta, para una noche; una muy grande maleta. Esto está muy mal. Si Esteban la ha echado de casa, se enterará de lo que es tener miedo, porque lo perseguiré hasta torturarlo, sin piedad.
Amara parece leer mis intenciones y me mira con reproche, como pidiéndome que me calme. Que Amara sea la calmada y yo la loca, sin duda es nuevo; pero estoy lista para asumir mi papel hasta el final. Si Esteban le ha hecho algo a mi Steph, tendrá que vérselas conmigo.
Steph se sienta en el sillón, derrotada; y noto que está vestida demasiado elegante; lleva un precioso vestido floreado y tacones. Miro a Amara, y veo que ha notado exactamente lo mismo.
-¿A dónde ibas vestida así?-pregunta Amara. Okey, su momento de ser la que está calmada ha terminado, así que me toca mantener la compostura. La miro divertida, porque sé que se ha esforzado, pero ha sido demasiado para ella.
Steph sonríe. -Salimos a cenar con Esteban.
Se ve que la comida no terminó nada de bien.
-¿Qué pasó?-pregunto sentándome junto a ella. Tengo tantas preguntas, y se me ocurren tantos posibles escenarios; pero no quiero presionarla, al menos no todavía.
Suspira y se mira las manos, nerviosa. Le doy algunos segundos para hablar, y miro a Amara prohibiéndole que vaya a apurarla.
-No sé chicas. No sé cómo es que llegamos a esto-apunta a su maleta.
-¿Te echó o te fuiste?-Amara siempre va un paso adelante mío, pareciese que puede leer las preguntas que quiero hacer.
Steph la observa con reproche. -Me fui, nadie me ha echado de ningún lugar, Esteban no haría eso.
Bien. Al menos sabemos que no la ha dejado tirada. Puedo bajar un poco mis barreras respecto de él, pero solo un poco.
-¿Por qué pelearon?
-Por ti y Luca.
Su respuesta me toma completamente por sorpresa y abro la boca sin poder pronunciar sonido. Esto no estaba entre los posibles escenarios que imaginé, de hecho, jamás habría cruzado mi cabeza.
-¿De qué hablas?-Amara pregunta por mí, viendo que estoy en un total shock.
-No lo sé-Steph se pone de pie y se gira para mirarnos. -No sé cómo es que hemos llegado a pelear así. De verdad. Tan solo estábamos hablando sobre ustedes, sobre lo que cada uno de nosotros pensaba sobre la situación y de pronto he lanzado mi servilleta sobre la mesa y he ido en busca de un taxi para hacer mi maleta y llegar aquí.
-Steph, quizá debes volver, si ha sido algo impulsivo...-intento decir, dejando de lado que ha mencionado que todo esto es producto de mi fallida relación. Aún no logro procesarlo.
-No-dice segura. -No volveré.
Respiro lo más profundo que puedo, intentando calmar mi cabeza y mi corazón; porque en este momento estoy bastante molesta con ella. Lo que menos necesito es que Luca y yo generemos más problemas de los que ya tenemos; solo agrega más drama y angustia. -No puedes pelearte con él así solo por mí Steph.
-Por supuesto que sí-levanta la voz, lo que no es normal en ella. Está realmente alterada e intento imaginar qué clase de conversación han tenido para que esté así de exasperada. -Eres mi amiga, siempre estaré de tu lado.
-Pero él tiene derecho a estar del lado de su amigo también-interviene Amara que ha estado mirándonos a una y otra como si viese un partido de tenis, casi con miedo a interrumpir.
-Chicas no-me pongo de pie, siento como mi sangre comienza a calentarse de más. -Aquí no hay lados, esto no es una guerra entre Luca y yo; no hay bandos, no hay que tomar posiciones. Steph, iré a dejarte, toma tu maleta por favor.
-Que no volveré Lexi-dice cruzándose de brazos. -Él cree que Luca tiene razón al dejarte así, sin siquiera conversar; y eso solo demuestra que es igual de inmaduro que él, y yo no quiero estar con una persona así.
Me agarro la cabeza, al borde del colapso. Amara se acerca a mí y pone una mano en mi hombro, cariñosa, intentando bajar mi molestia. No puedo procesar la información que Steph está dando, porque creo que se está comportando como una niña chica.
-Steph-dice, volviendo a tomar la postura de la calma, viendo que yo soy totalmente incapaz de hablar. -Tu relación no tiene nada que ver con la de Lexi y Luca; son dos cosas separadas. Debieses volver a tu casa, no puedes irte así como así. Esteban debe estar preocupado.
-Mejor si se preocupa. Así aprenderá como se trata a la gente. Porque uno no deja a las personas de un minuto para otro solo "porque no puede protegerla"-hace las comillas con sus dedos.
Aunque aprecio su preocupación por mí, y el hecho de que sea importante para ella ponerse de mi lado, no soy capaz de entender su inmadurez en este momento. No soy capaz de tolerarlo, y estos últimos días han sido demasiado para mí, he sobrevivido a duras penas, llorando a escondidas cada vez que he tenido oportunidad, y esperando a Luca en todas partes. Esto solo acrecienta mi dolor, y sé que si sigo hablando con ella lo más probable es que terminaremos peleadas, y no quiero eso. Steph ha sido siempre una amiga incondicional, honesta, leal; incomparable. Pero en este momento, pareciera no darse cuenta de lo equivocada que está, de lo mal que lo está haciendo. Está dañando su relación y a nuestra amistad en el proceso; porque si ella y Esteban terminan por esto, algún día se resentirá conmigo, me echará la culpa; y yo no quiero eso. No he querido jamás que nuestras relaciones se mezclen.
Dejo de escucharla y camino hacia mi habitación sin siquiera mirarla porque ya no quiero escuchar absolutamente nada más, y una vez que entro cierro mi puerta de un portazo, aunque no era mi intención. Sé que en este minuto la que está teniendo un mal comportamiento soy yo, pero no puedo hacer más. Está claro que no la convenceré de que está en un error; y tampoco me convencerá ella a mí; lo mejor que puedo hacer es abstraerme.
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EL SOL EN TU PIEL
Teen FictionCuando Lexi y Luca se conocen, no tienen idea del desastre que causarán. El mundo es demasiado pequeño, y los límites son difusos cuando se trata de ellos dos. ¿Podrán ganarle a sus pasados? ¿Mantenerse firmes en medio de la tormenta que están por d...