LEXI XVII

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Dos meses han pasado desde que vi a Luca por última vez en la cafetería. Dos meses en que no he dudado una vez de mi decisión, no porque Luca no me gustase, porque claro que sí me gustaba; sino porque desde entonces he tenido una calma, y una paz; que no cambiaría por nada.

Luca era un chico excepcional, y realmente no tengo nada que decir sobre él; siempre fue atento, cariñoso, divertido; incluso comprensivo. Pero Thomas estaba sobre nosotros colgando todo el tiempo, algo con lo que ya no podía seguir viviendo. Nunca quise que volviese a mi vida, me costó mucho sacarlo de mi mente cuando terminamos, y de pronto volvió de lleno, arruinando todo.

Lamentablemente mi problema no ha sido del todo solucionado pues Rose ha seguido apareciendo en nuestras vidas luego de aquella noche. Aparentemente ha creído que somos amigas y de vez en cuando aparece en el departamento con una botella de vino y chocolates.

No la culpo, he sido yo quien la ha recibido en primer lugar. Además, mis amigas se han encariñado con ella y debo decir que yo también. Ya no está junto con Thomas, lo que claramente hace que sea más fácil aceptarla. Se podría ser que ahora somos el club de exnovias unidas. Mi vida es el guion más incoherente de todos.

-¿Lexi?-Amara llama mi atención y levanto mi cabeza de mi taza de té, dándome cuenta de que lleva un buen tiempo hablándome. -¿Estás bien?

La miro unos segundos, estudiándola. Amara ha sido lo mejor que le ha pasado a mi vida en el último tiempo, desde que comenzó a vivir junto a mí. Me ha traído alegría, y compañía. No sé si habría sobrevivido a todo esto sin ella. Cuando he llorado, se ha acostado junto a mí y me ha hecho reír con sus estupideces e historias. Cuando no he tenido ganas de nada, me ha cocinado y ha elegido la peor película del mundo solo para distraerme. No lo sabe, pero yo la necesito mucho más de lo que ella a mí. -Sí, perdona. ¿Qué decías?

Me mira pensativa, pero sabe que, si yo quisiera hablar de algo, simplemente lo haría. -Sólo decía que iré a dejar un par de curriculums y luego volveré para que nos arreglemos para salir- pronuncia la última parte con extremo cuidado. Extremísimo cuidado.

Asiento, en silencio. Es el cumpleaños de Esteban y le he prometido a Steph que estaremos allí, aunque se perfectamente que Luca también lo estará. ¿Pero qué puedo hacer? No pareciera que Steph y Esteban vayan a terminar, sino todo lo contrario. No es culpa de ella, y yo daría mi vida por hacerla feliz, es mi hermana, mi confidente, mi alegría y mi conexión a tierra. Me guste o no, mientras ella esté con Esteban, seguiré viendo a Luca Castelli.

Quizá sea mejor verlo, así me daré cuenta de que ya no es relevante para mí, y puedo seguir con mi vida. Quizá tenga una novia, o se haya tatuado la cara, quizá me dé cuenta de que todo el tiempo no era tan atractivo. Quizá hoy me curo definitivamente de él.

-Te espero para arreglarnos, no sé qué ponerme-respondo. Tampoco es que tenga muchas ganas como para ponerme a busca yo misma un outfit. Si fuese por mí, elegiría mi pijama de flamencos, mis pantuflas rosada y voilá, outfit perfecto para una noche viendo netflix.

-Clásico-balbucea, un poco en serio, un poco en broma. 

EL SOL EN TU PIELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora