LEXI VIII

36 9 3
                                    

-¿Le dijiste eso?-vuelve a preguntarme Amara mientras sirve café. Les he contado diez veces, pero siguen sin creerme.

-Es culpa de ustedes-digo molesta. –Teníamos un trato, y a la primera ustedes me entregan a él como si yo fuese una cosa.

-Tan exagerada-susurra Steph pero alcanzo a escucharla y la miro enojada.

-En serio ¿en qué estaban pensando?-recibo mi taza de café, y me hace tanta falta como haría falta el oxígeno. El dolor de cabeza que tengo es horrible, y no pienso volver a beber jamás. Bueno, no jamás, por un par de días.

-¿Has visto cómo te mira? -comienza Steph sonriente. –Y tiene esa energía... buena.

-No me vengas con las energías ahora Steph por amor de Dios.

-Estoy de acuerdo-interviene Amara. –Tiene algo que me gusta, me gusta para ti.

Lo óptimo que uno quisiera en la vida, es que tus amigas quieran a la persona que te gusta; eso en una situación normal, pero no en esta. En esta, lo óptimo sería que mis amigas me desincentivaran, en vez de lanzarme directamente al único lugar, que sin duda alguna, no me traerá paz.

-Partamos porque ustedes no deciden mis parejas...-comienzo, pero Amara me interrumpe.

-Está claro, si no jamás habrías estado con el idiota de Thomas-ignoro su intervención (aunque tiene razón) y prosigo.

-... En segundo lugar, estamos hablando del amigo de Thomas, no puede ser peor. Y en tercer lugar...-pienso, pero no se me ocurre nada suficientemente bueno.

-...ustedes no deciden mis parejas.

-Por favor toma café-ríe Steph dándome unas palmadas en la espalda. –Thomas te dejó hace años, además nadie te ha dicho que te cases con el señor Castelli, pero ¿por qué no pasarlo bien con él?

-Seriamente qué clase de Steph es esta-pregunto confundida.

-Una que tiene una cita hoy-dice Amara coqueta.

Paren todo. ¿Steph tiene una cita? - ¿Qué? -golpeo mi taza tan fuerte que un poco de café cae a la mesa y Steph lo limpia, como la perfecta madre de nosotras que es.

-Sí, anoche conocí un chico y me invito a salir hoy- tiene una sonrisa tímida y nerviosa, y me siento muy feliz por ella.

Estoy tan confundida que no sé cómo ordenar mis pensamientos en este momento. -No estuve tanto tiempo con Luca, en qué momento estabas tú conocido gente. ¿Y dónde estabas tú? -pregunto a Amara intentando rearmar mi puzzle mental, dios el alcohol es realmente tan malo.

-No quieres saber-responde divertida. Y si ella lo dice, efectivamente no quiero saber.

-No sabes cuánto me alegro Steph-digo devolviendo la atención a mi amiga que más lo necesita ahora. - ¿En la noche? -asiente contenta. –Perfecto, elegiremos el outfit perfecto, y te esperaremos aquí comiendo pizza y viendo películas románticas-miro a Amara buscando su aprobación y ella sonríe asintiendo.

-Gracias, pero ahora por favor tómate el café-responde Steph sonriente. Realmente lo necesito así que acepto velozmente.   

EL SOL EN TU PIELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora