Claudia y Pablo llegaron al departamento de él. Subieron, prepararon café y se sentaron en el sillón, Pablo besó a su novia y ella le correspondió con pasión. Él la acarició con ternura; ella recorrió el cuerpo del hombre que amaba dándole placer. Pablo siguió besándola y acariciándola, recorriendo su cuerpo haciéndola gemir. Ella levantó la polera y con sus manos acarició su torso y lo besó con pasión. A ambos les encantaba estar juntos; se amaban mucho y a pesar de que habían estado juntos muchas veces, cada vez que hacían el amor, era como la primera vez.
―Te amo ―susurró Pablo en los labios de Claudia, quien entre gemidos le decía cuánto lo amaba.
Pablo lentamente comenzó a sacarle la ropa disfrutando de cada centímetro de ese cuerpo que iba quedando desnudo, mientras lo besaba y acariciaba. Dibujó su piel suave, sus senos turgentes y los besó con pasión. Ella entre susurros y gemidos logró sacar la polera y besó su cuerpo fuerte y hermoso. Lo acarició, acarició sus partes íntimas mientras bajaba el cierre de su pantalón, introdujo su mano hasta llegar a su miembro erecto mientras él gemía de placer. Él besó su cuerpo desnudo mientras con sus manos ardientes la acariciaba. Ella terminó de sacar el pantalón de Pablo mientras acariciaba el cuerpo del hombre que amaba hasta que no soportó más y le pidió que la hiciera suya.
―Te amo... Te amo... ―dijo él, mientras gemía entrando en su cuerpo ardiente por la pasión.
―Yo también te amo, Pablo, no sabes cuánto...
Cuando fueron bajando las revoluciones, se quedaron un rato abrazados, en silencio.
Habían conversado en más de una oportunidad la idea de casarse, pero ahora Pablo no quería esperar más.
―Claudia ―le habló―, ya sé que hemos hablado antes de esto, pero ahora quiero que me digas si quieres casarte conmigo. ¿Lo pensaste?
Claudia lo miró.
―Casarnos, ¿ya?
―Sí, Claudia, casarnos ya ―le contestó él con ternura.
―¿Estás seguro?
―Completamente, ¿tú quieres?
―Sí, Pablo, quiero casarme contigo.
―Te amo, mi amor, te amo.
―Yo también te amo, mi amor.
―¿Te gustaría que nos casáramos en febrero?
―¿Febrero? O sea... ¡¡ahora ya!!
―Sí, ahora ya ―. Sonrió Pablo.
―Si hacemos todo rápido alcanzamos ―pensó ella en voz alta.

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Desde el alma
RomanceSofía es una chica de veinte años universitaria, que se dedica solo a estudiar hasta que un día le descubren una terrible enfermedad y entonces se da cuenta de que su vida ha transcurrido entre estudios y libros y no ha vivido la vida de verdad. Pas...