Capítulo 11

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Llegaron a la Facultad y se dirigieron al Laboratorio.

―Javier, necesito hacer un GCH. ¿Lo puedo hacer yo, por favor?

―Por supuesto, Juan Carlos, el laboratorio es todo tuyo.

―Gracias.

―De nada, amigo ―dijo Javier saliendo de allí.

Juan Carlos tomó la muestra y le dijo a Isabel que esperara afuera, él le avisaría cuando estuviera listo, luego llamó a Vania.

―Juan Carlos...

―Vania, ya tomé la muestra, apenas tenga el resultado te llamo.

―¿Cuánto demora?

―Muy poco, apenas lo tenga te aviso.

―Está bien. ¿Tú crees que sea verdad?

―No lo sé, pero si sale positivo, no es mío, sé por qué te lo digo y en ese caso, haré un ADN, solo para demostrar que no es mío.

―Así tan seguro estás...

―Así tan seguro.

―Bueno, esperemos el resultado.

―Te llamo, un beso.

Cuando estuvo listo exclamó en voz baja:

―¡Lo sabía! ocho semanas.

Llamó a Vania.

―Lo tengo, Vania, salió positivo, pero tiene ocho semanas, alrededor de dos meses y te dije que hace cuatro que no hay nada entre nosotros.

―Tú no eres el padre...

―No, en la tarde hablamos, ahí te cuento algo, pero puedes estar tranquila y anda pensando en la pregunta que te hice ―le recordó con la sonrisa pegada en la cara.

―Bueno.

―Te paso a buscar a las seis, ¿está bien?

―Sí, Juan Carlos, no hay problema, te espero a las seis.

Cortaron y Juan Carlos salió con el resultado donde estaba Isabel.

―Aquí tengo el resultado, Isabel, estás embarazada.

―¿Ves que no te mentí?

―No, no mentiste, pero mira ―le entregó el papel que llevaba en la mano―, dice que tienes ocho semanas, o sea, alrededor de dos meses, y hace cuatro que entre nosotros no pasa nada, ese hijo no es mío y tú sabes de quien es.

Desde el almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora