Después de todo lo hablado y cuando su familia se repuso un poco, Sofía, con la ayuda de Soledad y Claudia, prepararon la once, Fer también ayudó, le gustaba hacerlo y acompañar a Sofía.
El ambiente estaba un poco tenso, pero Sofía trataba de que todos estuvieran bien y fuera algo entretenido. En un momento dijo:
―Quiero pedirles que cambien esas caras y sonrían, desde este momento decidí ser más feliz que antes y quiero que ustedes me acompañen en esto y que este sea un momento tan entretenido como los que hemos tenido antes.
―Está bien ―accedieron todos y empezaron una conversación amena y entretenida.
En la noche cuando quedaron solos, Fer le dijo a su esposa:
―Eres valiente, preciosa, estás tomando esto con tanta entereza que te admiro.
―¿Qué saco con llorar y sufrir? Voy a morir igual y prefiero elegir ser feliz contigo que andar llorando por los rincones. Quiero hacerte feliz hasta el último de mis días.
―Soy feliz contigo, mi amor, muy, muy feliz.
―Y yo contigo, solo me da pena dejarte solo.
―Pero todo habrá valido la pena, no importa el tiempo que estemos juntos, nuestro amor será eterno.
―Fer, tú eres tan joven...
―Cállate, preciosa, no me digas nada, solo tú eres la dueña de mi corazón, solo tú.
Le dio un beso en los labios. Quería retenerla a su lado para que no se fuera. La tenía tan dentro suyo que sería imposible sacarla de su alma; que no se le ocurriera decirle que debía rehacer su vida, ni siquiera que mirara a otra mujer.
Vania llamó a Sofía.
―Amiga, ¿cómo estás? Te iba a llamar ahora ―dijo Sofía.
―Yo bien, amiga, nos comunicamos telepáticamente. Quería saber cómo estás.
―Vania, dejé el tratamiento, me sentí mal y no le estaba haciendo nada al cáncer.
―Lo dejaste.
―Sí, dijo el doctor que ningún tratamiento logró matar las células cancerosas y de hoy en adelante me dará solo un tratamiento paliativo, ya sabes, para el dolor y aliviar los síntomas del cáncer.
―Amiga, no sé qué decirte ―Vania lloraba al otro lado del teléfono.
―Nada, amiga, no digas nada, yo estoy tranquila, y desde ahora solo me dedicaré a ser feliz, a disfrutar al máximo el tiempo que me queda y amar al amor de mi vida, al hombre de los ojos verdes.
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Desde el alma
Roman d'amourSofía es una chica de veinte años universitaria, que se dedica solo a estudiar hasta que un día le descubren una terrible enfermedad y entonces se da cuenta de que su vida ha transcurrido entre estudios y libros y no ha vivido la vida de verdad. Pas...