KAILI
Todos me ofrecían las rosas mientras pasaba por sus lados. Negué con la cabeza, perpleja. No creí que Jason podía tener tanta maldad en su interior como para humillar a alguien así. Sabía que yo iba a alterarme y a tirarlas todas a la basura, quizás también correr y llorar.
No dejaría que él me lastimara de esa forma. Ya tenía mucho con alejarme públicamente de Seamus.
Si tan solo pudiera denunciarlo de algo... pero era imposible.
Así que, con la cabeza en alto, tomé cada una de la rosas con dignidad, sin mirarlas con odio ni lástima, solo orgullo.
—Qué lindo cómo su dueño le dio regalos a su perrita —comentó un idiota del equipo de Hockey. Yo ignoré su comentario olímpicamente.
—Al menos a mí me dan regalos.
—¿Para qué quisiera regalos así? ¿Para mostrarles a todos lo basura que he sido?
Hudson hizo el ademán de acercársele, pero yo le puse una mano en su pecho y lo detuve. Entrecerré los ojos y lo miré de forma retadora.
—Al menos le muestro al mundo que, a pesar de haber sido una "perra" con él, lo sigo teniendo bebiendo de la palma de mi mano —concluí con una sonrisa victoriosa.
Me alejé de ellos con Hudson, quien había estado boquiabierto desde el inicio.
—¡Madre mía! ¿Quién eres y qué le hiciste a la tímida Kaili?
—Estoy cansada de ser pisoteada, Hud, es hora de revelarse.
—No sé por qué, pero ahora quiero adelantar nuestro matrimonio a hoy mismo —opinó, fascinado.
—Solo espero que no arruine mi audición.
—Está en un hospital. ¿Cómo podría?
—No lo sé, pero estoy aterrada de lo que es capaz de hacerme.
Él me detuvo para poner sus manos en mis hombros y mirarme fijamente.
—Relájate, ¿sí? Entiendo todos estos nervios por la audición, y sé que estás buscando alguna excusa para no hacerla, pero créeme que no pasará nada. Lo harás estupendo. Confío en ti.
—Deberías dejar de confiar —le propuse.
—Y tú deberías dejar de infravalorar tu talento —Hudson suspiró—. Como tu mejor amigo y futuro esposo, mi misión aquí es decir la verdad, y para mí, tu voz es increíble.
La campana sonó justo cuando le iba a contestar. Las clases pasaron más lento de lo necesario. Sentía una perforación en mi pecho cada vez que pensaba en la audición. Traía toda la ropa en un gran bolso que dejé en el casillero. Nada podía salir mal.
Hasta que llegó la hora del almuerzo. Para mi sorpresa, no encontraba a Aimeé por ninguna parte, así que me limité a mandarle un mensaje y comer en nuestra usual mesa en la cafetería.
Pues todo tendría sentido para cuando llegase a Química, donde me senté sin esperar que Aimeé viniera a zancadas hacia mí con la expresión furiosa.
—Lo sé todo —puso sus brazos en jarra.
—¿Eh? —hice una mueca.
—No me digas «¿Eh?» si ya me enteré de todo —alzó la voz, llamando la atención de todo el mundo—. ¿Por qué Jason tuvo que contactarme para que me enterara de lo que le hiciste?
Abrí los ojos en par, aterrada. Mi corazón amenazó con salirse de mi pecho.
—¿Qué te dijo Jason?
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WishGuy
RomanceLa música lo era todo para mí. La melodía que inundaba mis oídos al estar con él era inefable. Debía alejarme de él, lo sabía, pero la mezcla de sonidos que él creaba me prohibían estar lejos de su música. "Su música" Sabía que no todo en la vida...