TALIA.
La muerte es el comienzo de la inmortalidad, eso decía Maximilian Robespierre, y estoy segura de que lo diría nuevamente al ver la situación frente a mis ojos.
Dentro del pozo se hundía su cuerpo inconsciente, el agua verde fosforescente burbujeaba a su alrededor y el extraño vapor enviaba calidez a la fría habitación.
—Te dije que lo buscaras —permanezco quieta, con los brazos cruzados y manteniendo mi mirada sobre el cuerpo de mi hijo siendo hundido en el pozo de Lázaro.
—Agradece que no lo matara —Nyssa se detiene detrás de mí, y de reojo noto que de apoyó contra el umbral de la entrada—. Solo lo atravesé con una bala y ya —volteo a verla enojada—, las flechas se me terminaron, fue la manera más rápida, hermanita.
—La próxima vez usaré una flecha para atravesar su cráneo.
Ella bufa y se aleja de la entrada para darme la espalda.
—Ya tienes a tu hijo, déjame en paz —comienza a caminar por el túnel siendo tragada por la oscuridad.
Rechisto y me digo que fui demasiado dura con mi hermanita, después de todo, ella logró traerme a Damian cuando se lo pedí.
Pero el repentino ruido del agua agitándose y una persona tomando aire me hacen voltear, Damian se inclinó hacia delante sobre el agua e inhaló el aire profundamente, con la quijada apretada empezó a soltar sonidos parecidos a gruñidos leves mientras respiraba agitado.
Le doy una señal a los lacayos para que saquen su cuerpo del pozo, ellos asienten y se meten al agua para sacarlos. Error. Damian lo toma a uno por el brazo y lo jala hacia él para darle un golpe en el rostro, lanzándolo a un costado, el otro trató de retenerlo por los brazos pero Damian le dio una patada en el pecho y lo tomó de la cabeza para hundirla en el agua mientras gruñía con rabia, el lacayo intentó zafarse incontables veces pero terminó por ahogarse ante la presión que ejercía mi hijo en su cabeza bajo el agua.
El otro se apresuró a correr hacia él y tratar de golpearlo por la espalda, entonces Damian retrocede y se hace a un lado antes de agarrar su brazo y acercarlo a él, comenzando a golpearle el rostro con el puño cerrado sin dejarlo sin dejarlo hacer un solo movimiento para atacar o defenderse.
Sonrío al verlo tan animado, después de curarlo de esa herida mortal, el pozo de Lázaro mostró su maldición: aunque pudiera curar cualquier herida o enfermedad y traer a la vida a las personas, también tenía un efecto negativo, volvía desquiciadas a las personas que curaba por un lapso corto de tiempo. Tal vez le duraría unas horas o unos pocos días, pero mi hijo se comportaría como un maniático con sed de muerte por todo ese tiempo.
—Cariño —lo llamo mientras sigue golpeando la cabeza del lacayo hasta romperle cada hueso del rostro, manchando sus manos y su rostro de sangre—. Estoy tan feliz de que estés bien —sonrío.
La cabeza del tipo crujió y la sangre se esparció por el suelo cuando lo lanzó fuera del pozo, los lacayos a mis espaldas temblaron y yo me sentí tan feliz.
—Señora —uno de ellos se acercó a mí para entregarme el arma con los dardos tranquilizantes.
Admiré unos segundos más la escena frente a mí, después le apunté y disparé directamente a su cuello, él volteó a vernos con los ojos inyectados en sangre y la ira encendiéndolos, se tambaleó mientras ponía un pie fuera del pozo y trataba de acercarse a nosotros.
—Ven con mamá —abro mis brazo y lo escucho gruñir con rabia, tambaleándose a cada pequeño paso que daba hacia mí.
Sus piernas tiemblan y sus puños ensangrentados se aprietan con fuerza remarcando las venas de sus brazos y su cuello, la sangre chorrea de su cara pero su mirada no se aleja de mí y el arma que tengo en mis manos. Está enojado porque le disparé.
No me muevo y solo espero a que se arrastre hacia mí, pero antes de que su mano me alcanzara, se desvanece y cae de lado. Me arrodillo a su lado y acarició su cabello con ternura.
»Te extrañé tanto, mi pequeño.
[...]
Permanecí a su lado acariciando su cabello mientras dormía en la cama que usó durante su infancia aquí, solo que ahora la había hecho más grande para él, quería que estuviera cómodo y que viera que podía quedarse aquí sin ningún problema.
—Señora —uno de los lacayos se aproxima a la cama e inca una rodilla en el suelo agachando su cabeza—, la chica huyó.
Mi mirada se apartó del rostro tranquilo de mi hijo y la clavé en el tipo arrodillado frente a mí.
—¿Cómo?
—La herimos pero ella asesinó a algunos de los nuestros. No creo que llegue muy lejos con las heridas que le hicimos.
—¿Sigue en Estados Unidos?
—Sigue en Metrópolis.
Resoplo divertida y vuelvo a concentrarme en mi hijo.
—Mátenla, y tráiganme su cabeza.
—Sí, señora —voltea su cabeza sobre su hombro y le da una señal a uno de menor rango, quien asintió y salió de la habitación rápidamente—. También —vuelvo a verlo con tranquilidad— el señor está aquí.
—¿Mi hermano? —frunzo el ceño y alejo mi mano del suave cabello de Damian.
—No, señora.
Me levanto rápidamente de la cama y lo veo con los ojos bien abiertos por la sorpresa, recorro con la mirada la habitación y vuelvo a verlo.
—Padre.
Giré mi cabeza sobre el hombro para ver a mi hijo y la preocupación comenzó a hacerse presente, sabía lo que debía estar haciendo aquí.
»¿Qué quiere?
Él permaneció en silencio por unos breves segundos pero terminó por responder:
—Pidió ver al Hijo del Murciélago.
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Che estuve como una tarada poniendo "Thalia" con H cuando es "Talia", todo por culpa de la cantante y sus canciones pegadizas :c *se va a escuchar la rolita del ft con maluma*
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✓ METANOIA | DAMIAN WAYNE [2]
Fanfiction❝ OBSERVA BIEN, LOS DEMONIOS TAMBIÉN AMAN. ❞ Damian es un chico con bastantes problemas en su vida, nada que una chica tan especial como Mar'i no pueda solucionar. [DEMONFIRE] [DAMIAN x MAR'I] #1 superman (17/06/23) #1 brucewayne (17/06/23) #1 night...