✓ METANOIA | DAMIAN WAYNE [2]

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DAMIAN.

Si tan solo me hubieran dado un poco de paciencia creo que ahora no estaría peleando con mi prima por algo que ni siquiera me importa.

—¿Estás satisfecha? —la lancé contra una pila de tanques con combustible—. No quiero pelear, Mara. Ya cálmate.

—Te dije que... —se levantó del suelo y me lanzó shurikens que esquivé y desvié con un batarang— vine a defender mi honor, y hasta que uno de los dos no muera no voy a dejarte en paz.

En serio, ¿no se cansa?

—No quiero regresar, ¿por qué no lo entiendes? —ella comienza a atacarme con las katanas y yo bloqueó con el bō.

—No se trata de lo que quieras, se trata de lo que quiere el abuelo —se queja, presionando la hoja de la espada contra el bastón, intentando cortarlo—. No se cansa de decirme que no te llego ni a los talones. ¡Así que este es el momento en el que te asesino y tomo tu puesto!

—¡Que no quiero! —le doy una patada y la arrojo al suelo por el impulso.

Ella sonríe y se queda en su lugar viéndome victoriosa.

Esto me recuerda a los viejos tiempos, cuando nos peleábamos hasta por haber respirado el mismo aire.

—Mátame.

—¿Qué?

—Eres un Al Ghul, imbécil. ¡Recuerda quién eres y mátame!

Mis manos tiemblan sobre el bō.

Sabía que si acababa con ella el legado de mi abuelo podría irse y ya no tendría que preocuparme por más ataques sorpresas como este.

"Matar es un honor que nos pertenece, mi amado hijo."

—Mátame.

No.

"La sangre demoniaca corre por nuestras venas."

—¡Reafirma tu legado!

"Si no sirves para asesinar, no me sirves pada nada, niño."

Suelto el bastón y lo dejo caer hasta crear un eco en medio de la oscuridad que me rodea.

—Te lavaron el cerebro —la escucho burlarse a lo lejos—. Solo doce años bastaron para que jueguen con tu mente.

Subí mi mirada hacia ella y reprimí el instinto de tomarla por el cuello hasta que se callara.

—Ya no soy así.

—Eres un Al Ghul, Damian —se levantó del suelo y buscó la máscara que había arrojado tiempo atrás—. Tarde o temprano te darás cuenta que ninguno de nosotros podemos huir de lo que somos —volvió a taparse el rostro con ella y guardó las katanas—. Si no soy yo quien te lo recuerde, será él.

Sin más caminó hacia la oscuridad y se esfumó como el humo.

Esto era como en mis pesadillas, donde él siempre me recordaba lo mismo.

"No puedes huir de lo que eres."

Algo vibró en mi cinturón y lo tomé en mis manos para ver a Batman al otro lado de la pantalla.

—Robin, ¿dónde estás?

—Voy en camino.

—Apresúrate —se quedó en un extraño silencio por unos segundos antes de volver a hablar:—. ¿Está todo bien?

No.

—Sí, solo me distraje un momento.

—De acuerdo.

Apagué el comunicador, me agaché a agarrar el bō y emprendí el viaje hacia el bar.

Odio tanto esto, ¿por qué debía vivir así?

Me detuve frente a una calle y el comunicador volvió a vibrar, esta vez fue Batgirl quien apareció en la pantalla.

—Prende el rastreador, voy hacia ti.

—Seguro.

—Oye, ¿estás bien?

—Sí.

Sus ojos se estrecharon con desconfianza.

—Si tu lo dices.

Corté la llamada y encendí el rastreador de mi cinturón.

(...)

—¿Pudiste contactar a Jason? —pregunta Batgirl apenas llega hasta Batman, me acerqué a la orilla del edificio para observar a los bomberos apagar el incendio.

—Cuando lo hice solo me dijo que no me metiera en sus asuntos —fue todo lo que respondió al respecto pero noté que estaba enojado—. No sé qué hacer con él.

—Ya no es un niño, Bruce.

—Pero se comporta como uno —suspira Batman, pasando una mano sobre su máscara mientras Batgirl apoya una mano sobre su hombro para reconfortarlo—. Me preocupa qué hará con la chica.

—¿Hablas de la hija de Harley? —pregunta ella, y yo me tomó el tiempo de sacar el aparato de los rastreadores para observarlo.

De reojo lo veo asentir.

—Conozco de cerca el rencor de Jason, puede llegar a vengarse del Joker por medio de su hija.

—Harley no lo permitirá.

—Y ese es otro problema más —suspiró.

—¿Y cómo lo encontraremos?

—Ya lo hice —hablo de la nada, llamando la atención de ambos—. Está rumbo al aeropuerto. —les muestro la pantalla del rastreador.

Los ojos de sus máscaras se estrechan.

—Intenta huir —dice Batman, sacando la pistola con el gancho—. Iré por él. —se lanza del edificio mientras yo guardo el dispositivo en mi cinturón.

—¿Le pusiste un rastreador a Jason? —Batgirl me mira sorprendida.

—¿Tú no? —volteo a verla.

—Por favor, dime que no me pusiste uno.

—Claro que lo hice, les puse uno a todos. Nunca sabes lo que puede pasar. —me encojo de hombros.