✓ METANOIA | DAMIAN WAYNE [2]

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THOMAS.

Entro al auto deslizándome por la ventana y lanzando mi mochila a los asientos traseros.

—¿Le robaste el auto a tu madre? —digo.

—¿Te escapaste de la tuya? —contraataca, arrancando el auto. No respondo—. Sacaré mi licencia el año entrante.

—Lo que significa que estoy en un auto robado, con un tipo sin licencia de conducir y con el noventa y ocho porciento de probabilidad de terminar en la cárcel. No, mejor dicho, tú terminarías en prisión y yo en un internado.

Él rechista y agarra la mochila de su regazo para lanzármela al rostro con fuerza, pero la atrapo con una mano.

—Ponte eso —dice, y abro la mochila esperando encontrarme con ese traje horrible que me mostró hace unas horas atrás.

—¿Qué es esto? —Agarro el traje de neopreno entre mis manos, es de color negro y rojo, pero el símbolo en el pecho es una R dorada, incluso hay una capa negra.— El curso de costuraría si te funcionó. —digo.

—Terry me dijo que te lo diera —gruñe enojado.

—¿Le dijiste? —lo miro hostil.

—Yo no le dije nada, él simplemente llegó y me dijo que te lo de —explica, intentando evadir mi furia.

—¿Y por qué te entregaría un traje para mí?

—¿Crees que sé todo lo que mi hermano piensa?

Vuelvo a mirar el traje, sé que vi uno igual en alguna parte pero no recuerdo dónde. El traje que estaba diseñando en mi libreta es absurdo y aún intento mejorarlo, solo que no tengo nada mejor en este momento para ponerme.

» Ponte eso, o puedes elegir tener un buen gusto y...

—Tsk. No me pondré tu absurdo traje. —salto a los asientos de atrás.

—Maldito, mocoso malagradecido —me dice, acelerando para desestabilizarme, pero solo logra que patee su asiento y golpee la cabeza contra el techo.

Lo escucho quejarse, solo que no me importa. Estoy concentrado en el traje que saco de la mochila, cuando la doy vuelta y tiro todo sobre el asiento un par de botas negras caen sobre él, un un extraño cinturón dorado, guantes negros y un antifaz. ¿Qué carajos es todo esto? ¿Por qué McGinnis me daría esto? ¿Cómo es que se enteró que me escapo de casa?

(...)

—Aw, sonríe, te ves tierno —el estúpido de McGinnis alza la cámara de su celular enfrente de mi cara y la aparto de un manotazo.