✓ METANOIA | DAMIAN WAYNE [2]

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DAMIAN

La respuesta la tenía frente a mis ojos. Fui estúpido.

—¿Qué haces tú aquí? —me detengo al visualizar a Grayson a unos pocos metros de mí observando la pared frente a él.

Con las manos en la cintura, voltea la cabeza y me mira sobre su hombro, suelta una risa seca. Lo que sea que le divierta no me divierte.

—Así que ya te diste cuenta, ¿eh? —volvió a mirar la pared, las letras marcadas con sangre estaban casi secas.

—¿Desde cuándo lo sabes? —gruño, caminando hacia él, no sin mirar sorprendido el traje negro y azul que llevaba puesto.

—Hace una hora —asintió lentamente, analizando con cuidado el nuevo mensaje frente a nosotros—. ¿Y tú?

—Hace una hora y veintitrés minutos. —él me da una mira de reojo.— ¿Qué?

—¿Qué te entretuvo tanto?

Volteo los ojos y me centro en analizar el nuevo mensaje.

175.2

—Sólo son cuatro números esta vez. —cambio de tema, notando su intensa mirada sobre mí.

Grayson no era estúpido, sabía lo que me entretuvo.

Lo escucho suspirar resignado.

—No parece ser una palabra —dice, llevando la mano al mentón y estrujando la mirada—. ¿Un código?

Regreso toda mi atención al mensaje.

—Tal vez una dirección. —suelto, acercándome a la pared y pasar el dedo índice sobre la sangre. Observo la sangre en mi guante y vuelvo a ver la pared.— Debió hacerlo hace una hora. El calor en este lugar es abundante... tal vez poco menos de una hora.

—¿Una calle? —escucho a Grayson murmurar detrás de mí—. ¿Código postal? ¿El nombre de un edificio?

Deslizo la mirada por el piso desolado, pertenece a un edificio abandonado hace muchos años después de un incendio que casi acaba con la vida de todos los inquilinos, el gobierno había entrado en conflicto con el propietario y hasta el día de hoy era desconocido para los medios de comunicación el motivo por el que este lugar no se volvía a reabrir.

Yo lo sabía.

El dueño de este edificio es Lex Luthor, el imbécil que intenta adueñarse de la ciudad, pero desde que fue arrestado por la JL hace un par de años atrás, todo este lugar estaba en decadencia. No porque su dueño ya no estuviera, sino porque el lugar había sido vendido a un tipo llamado Kane Wolfman.

La gran pregunta es: ¿Quién carajos es ese tipo?

Detengo la mirada en la puerta del departamento, la misma que permanece increpada en polvo pero con un barniz sobre la madera que sigue intacto. Escucho a Grayson murmurar incoherencias que salen de su boca mientras piensa. Camino hacia la puerta, pisando unos cuantos cachivaches, vidrios rotos y cruzando sobre un cuadro, entonces me detengo frente a la puerta y tomo la manija.