85

319 60 14
                                    

DAMIAN.

Exhalo y me arranco la corbata, estoy cansado de toda esta mierda. Necesito un respiro de tantos papeles. Me acerco a la ventana y observo la ciudad para calmar mi ansiedad. Tantos papeles, informes, reuniones, planes y el jodido entrenamiento a McGinnis me está agotando la mente. La última vez que vi a mi hija fue cuando estaba dormida.

¿Cómo estará Thomas?

Paso una mano por mi rostro con frustración y suspiro. Debería llevarlo el fin de semana a ver un partido de fútbol, o tal vez ver una película. Tsk. Pasó tanto tiempo desde la última vez que pudimos pasar un tiempo de caridad nosotros dos.

Mar'i también debe estar agobiada, pero al menos pasa más tiempo con los chicos. Quisiera tener más tiempo.

Suspiro frustrado.

Miro el televisor y veo una imagen que llama mi atención. Es un cráter en medio de la ciudad. ¿Cómo llego eso ahí?

Subo el volumen al televisor y miro con detenimiento la imagen.

La fiscalía dice que acaban de abrir el caso esta mañana —informa—. Algunos testigos aseguran haber visto un niño cayendo del cielo. ¿Será esto la señal de Dios? ¿Gotham podrá tener su Superman?

"Un niño cae del cielo"

"Gótica se enfrenta a un nuevo fenómeno"

"¿Héroe o villano?"

"¿Qué hará Batman ahora?"

No importa si cambio de canal, todos están hablando de lo mismo.

¿Un niño? Debo llamar a McGinnis.

Por más que marco varias veces su número no responde. Cuando estoy a punto de hacerlo otra vez, una llamada de Mar'i ocupa la pantalla.

—Hola, mi am...

Thomas desapareció —me interrumpe.

—¿Qué? —apago el televisor—. ¿Cómo que desapareció?

Vine a buscarlo a la escuela y no está, Damian. Dijeron que no vino.

—Te dije que era un error darle una oportunidad a Talia. —gruño, caminando hacia la salida y agarrando el saco de camino.

Lo sé, lo siento. Él quería conocerla tanto y como no tenemos tiempo para pasar juntos, creí que ella podría alegrarlo... Esto es mi culpa —la escucho hiperventilar a través de la llamada.

—Tranquila, lo encontraré.

Dejé a Korina con Bruce, iré a buscarlo a la ciudad.

—Iré rastrearlo en la mansión.

¡¿Rastrearlo?! ¡¿Le pusiste un rastreador a tu hijo?!

—Por situación como esta.

La escucho suspirar y luego se despide rápidamente.

Salgo de la oficina pegando un portazo que asustó a mi secretario.

» No me llames hasta mañana. —le advierto y él asiente rápidamente.

Talia es una maldita enfermedad en mi familia.





*





Cuando llego a casa arrojo el maletín sobre la mesa junto a la entrada, pero me detengo al ver la silueta sentada en el living. Está sentado en el sofá mientras sostiene una foto en sus manos.

✓ METANOIA | DAMIAN WAYNE [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora